Interesante es la historia de la nuez, cuyos registros arqueológicos parten de una presencia milenaria, en el Sur de Francia. Aun así, no se cree que allí se haya dado su origen, sino más bien en Asia, donde aún se la puede conseguir en estado silvestre. La nuez de hoy día dista de la de aquel entonces y tiene unos 7 mil años de antigüedad, donde comenzó su cultivo intencional y se dio su expansión a Europa, donde aparecen, cerca del 1.750 A.C, los primeros documentos históricos.
Los griegos y los persas se dedicaron a mejorar el fruto del nogal y también disputaron su dominio. No sólo hablamos de una semilla de sabor peculiar sino de un fruto al que se le ha puesto como protagonista dentro de los tratados médicos de aquel entonces para contrarrestar cantidad de dolencias.
De gran valor nutricional y ricas en minerales del complejo B, la nuez es tan versátil para degustarla en preparaciones dulces o saladas. Aquí te presentamos una receta fácil y diferente donde puedes complementarla con otras comidas de tu agrado. Siendo la nuez un fruto de semilla única, se sugiere “activarla” en agua, durante algunas horas, para despertar el potencial que toda semilla guarda.
Dificultad: Fácil
Tiempo de Preparación: 15 minutos
1 taza de nueces
½ taza de aceite de oliva
1 diente de ajo pelado
1 cda de zumo de limón
Sal y pimienta
- Activar las nueces en agua.
- Precalentar el horno a 400°F (200°C)
- Colocar las nueces en una bandeja y tostar por 10 minutos
- Incorporar las nueces tostadas y los demás ingredientes a una licuadora
- Licuar hasta obtener un aderezo cremoso.
- Servir.

Texto y foto: Carla Pandiani
Valiosa enseñanza lo de activarla en agua “para despertar el potencial que toda semilla guarda”.
Voy a ensayar este aderezo, fácil y se vé delicioso.