Louis Daguerre, pintor, decorador teatral y fotógrafo francés, nació en Cormeilles, París, el 18 de noviembre de 1787 en el seno de una familia acomodada y, sin embargo, recibió una educación elemental. Tenía inclinación por las letras y las artes y gran talento para el dibujo, así que a los 14 años comenzó a trabajar con un arquitecto en el trazado de planos y perspectivas. Este aprendizaje lo favoreció cuando pasó a laborar con los mejores escenógrafos de teatro y ópera de París, dándose a conocer con sus pinturas realistas que le dieron renombre entre los pintores de segunda fila de la primera mitad del siglo XIX.
Daguerre creó el diorama, espectáculo visual que consta de pinturas de grandes dimensiones (paisajes, interiores) combinadas con elementos de relieve, técnicas de movimiento, iluminación, transparencias y efectos sonoros, para recrear así, con gran realismo, diferentes entornos.
Asimismo, ya utilizando la cámara oscura, comenzó a realizar experimentos con sustancias fotosensibles llegando a obtener imágenes, pero sin poder fijarlas. Conoció y se asoció con Nicéphore Niépce, quien llevaba tiempo experimentando en ese ámbito y había logrado fijar la imagen. Después de la muerte de Niépce, si bien fue perfeccionando el proceso, Daguerre dejó para sí todo el crédito del avance alcanzado bautizándolo como Daguerrotipo. Este fue patentado, industrializado y comercializado con unidades numeradas, firmadas y acompañadas por un manual de uso. Luego el Estado compró el invento para ponerlo a disposición del público, extendiéndose por Europa y EEUU.
Daguerre recibió distinciones varias y se dedicó a la fabricación de material fotográfico hasta su muerte el 10 de julio de 1851 en Bry-sur-Marne.