“Los objetos existen y se les presta más atención que a las personas, ya
Jean-Luc Godard
que permanecen más que ellas en el tiempo. Los objetos muertos
siguen vivos. Las personas vivas a menudo ya están muertas”
Este personaje, padre del movimiento cultural cinematográfico más importante del siglo XX, nació en Francia en una familia Franco-suiza burguesa, durante la Segunda Guerra Mundial.
Influenciado cultural y socialmente por su entorno y gracias a su capacidad de análisis y crítica, Godard comienza a explorar su pasión por el cine junto a sus amigos François Truffaut, Jacques Rivette y Éric Rohmer en Cahiers du cinéma. una revista de cine francesa, fundada en 1951, por André Bazin.
Sus críticas se plasmaron en grandes publicaciones como Gazette Du Cinéma y Arts. Estos años de publicaciones y estudios a detalle, hacen que la teoría de caméra-stylo de Alexandre Astruc, cobre sentido real para él y acaudille una revolución en el ámbito del cine de autor.
Jean-Luc, concibió la esencia del cine a través de un movimiento intelectual y cultural que surgió de una necesidad social luego de la fractura que vivió Francia a finales de los años cincuenta y principio de los sesenta.
La vida documentada tras una enmascarada ficción, los escenarios naturales, la libertad en la expresión visual, el espacio-tiempo y el cine entre arte y vida es lo que hizo de La nouvelle vague el movimiento que cambiaría el cine. Una tendencia de pensamiento de autor que le permitiría ser testigo de la caída conceptual del cine estadounidense de la época.
Por años Jean-Luc Godard, estudió acuciosamente el cine, inspirado por las peripecias geniales y poco ortodoxas de Alfred Hitchcock. Sus pensamientos se posaban sobre ideas y puestas en escena que chocaban con lo establecido, creando estéticas y apocalípticas escenas dentro de los personajes. “Me da lástima el cine francés porque no tiene dinero y me da lástima el cine estadounidense porque no tiene ideas”.
A los 29 años, llegó el momento de demostrar sus teorías y dar vida a las ideas que le invadían. Con una cámara y un Dolly, de bajo presupuesto, (una silla de ruedas) Jean-Luc Godard se volcó a las calles de París a inmortalizar sus primeras tomas. Una historia firme y un guión que fluía en tiempo real dieron vida a su Ópera prima “Sin aliento”. Una obra maestra llena de posturas políticas, inconformismo y tensiones sociales que muestran a un antihéroe en una historia de amor y traición. Una evidente protesta visual al orden moral tradicional.
Sí bien todo este escenario de producción fue la base estética de esta película, lo que logró la genialidad de esta pieza audiovisual, fue la manera de sintetizar más de 3 horas de grabación sin perder detalle, una fórmula que definitivamente llevaría el sello de La Nouvelle Vague para siempre.
La improvisación, las pausas temporales, el aparente caos entre la banda sonora y la puesta en escena, los diálogos desconcertantes y el nacimiento de los saltos y cortes rápidos en la edición, hacen que se pueda apreciar el estado febril y delirante del protagonista. Esta lectura casi tridimensional de sensaciones es lo que definitivamente la convierte en la protagonista principal de este movimiento LNV.
Jean-Luc Godard y sus amigos ciertamente no cambiaron el cine clásico burgués-imperialista, pero sí lograron crear una vertiente que obligaría a la industria hollywoodense a crear un espacio respetado para el cine de autor.
Un poeta agridulce que, sin miedo, le demostró al mundo que el arte audiovisual consiste en revelar el secreto del hombre como un reflejo propio que detona en las acciones del colectivo, y no como el contexto de consumo colectivo, determina lo que debemos exponer al hombre.
Fuentes: https://citas.in/frases/963026-jean-luc-godard-objects-exist-and-if-one-pays-more-attention-to-th/ https://es.wikipedia.org/wiki/Jean-Luc_Godard
Felicitaciones, icreíble artículo. Me gustaría que profundicen más en el último párrafo.