Inmersos como estamos en una matriz de conciencia, en la que se manifiestan programas que reflejan una realidad, está demostrado científicamente que, desde la hoy popular física cuántica o esa manera de describir el mundo a partir de las partículas elementales, existen muchas realidades interconectadas entre sí. La misma historia del ser humano ha ido demostrando cómo el individuo y su colectivo, la sociedad, ha venido cambiando la percepción de la realidad, en la medida en que las experiencias directas de aprendizaje se van haciendo visibles y tangibles.
Hemos llevado a cuestas el marcaje materialista del “ver para creer” de Santo Tomás, el Apóstol, el incrédulo, aquel discípulo de Jesús, catalogado como desafiante al no aceptar la experiencia de otros como real, hasta experimentar, en este caso con sus ojos y tacto, lo que otros le señalaban. Pero más allá de la anécdota, lo que interesa en este momento es lo que no se puede ver con el aparato sensorial más burdo, propio del ser humano y la aceptación de realidades circundantes e imbricadas que también son verdad.
Las diversas corrientes antiguas, de alguna u otra forma, nos cuentan que, dentro de nuestro propio olvido, tenemos memoria en el subconsciente que se activa al insuflar nuestro sistema de mayor energía y movilizar las partículas que conforman nuestras células, las que guardan la codificación primaria de nuestras experiencias vida tras vida. Todo esto se puede ejemplificar y comparar con la memoria de la computadora, la ROM (memoria almacenada), que cuando se recupera sería la memoria RAM o memoria activa.
Esto se representa tanto individual como colectivamente en un tejido que se enhebra individuo a individuo, formando el entramado colectivo de nuestra memoria conjunta. Un ejemplo interesante es el tejido social indio y su funcionamiento con respecto a la Ley del Karma y el sistema de castas, este último visto en profundo declive, en estos tiempos modernos.
Este sistema milenario, con más de tres mil años de vigencia, organizó las estratificaciones sociales en la India, explicando cómo cada una salió del cuerpo de Brahma, para construir un modelo de contrato social que permitiera la convivencia, el respeto, el reconocimiento y la solidaridad. Se estableció en cuatro castas principales como son: los Brahmanes o depositarios de las escrituras y enseñanzas más antiguas; los Kshatriyas o los justos y misericordiosos gobernantes guerreros; los Vaishyas o los que han tenido las funciones de comerciantes o el trabajo con la agricultura proporcionando sustento dentro de la sociedad; y los Shudras o última casta, que eran los obreros o artesanos, los que vienen a representar la fuerza de la mano de obra.
Por debajo de estas categorías, se encontraban los Dálits, llamados también los Intocables, hasta que la Constitución de 1950 abolió el sistema de castas.
En principio, esta estructuración pretendía evitar la discriminación, sin embargo, en la distorsión de conciencia que se ha generalizado no solo en la India sino en todo el planeta, este organigrama humano ha sido el causante de lo que intentó durante mucho tiempo combatir. Con notables sectores en estado de pobreza, las castas solo se mantienen en zonas rurales.
A pesar de lo que visiblemente observamos, con respecto a esta forma de estructura social en la que muchos se veían privados de necesidades como la educación, vivienda, trabajo, acceso a la justicia y participación política, es importante no olvidar que la lectura del karma tuvo y tiene un peso determinante en esta estructura, así como la memoria olvidada del Alma que instruye acerca de lo que como tarea traemos en esta encarnación.
El sistema de castas fue una forma cruda de recordar lo que se vino a hacer en este plano, sin mediaciones ni distracciones, sabiendo que en una encarnación se puede ser intocable para limpiar todo rastro de acciones pasadas que nos llevaron a experimentar dolor o maldad, justo para purificar, limpiar ese marcaje, y en una siguiente vida ser kshatriya y ejercer la responsabilidad de gobernar y guiar a un pueblo entero, en un rol que termina siendo una polaridad con el mismo esfuerzo de crecimiento interno que la anterior.
Sin embargo, lo que ha llevado a la humanidad a accionar desde roles de poder, ha desvirtuado lo que en un origen pudo haber sido un ejercicio puro.
Todo se resume en lo que como división malsana nos hemos trazado en el inconsciente colectivo: degradación o elevación de conciencia, obnubilación o claridad, distancia o alejamiento de la razón primordial de nuestra existencia.
Fuentes consultadas
Qué son y cómo funcionan las castas de India – BBC News Mundo
https://es.quizzclub.com
¿Qué es un Kshatriya? – Spiegato
Foto: https://revista.elarcondeclio.com.ar/india-que-son-las-castas-entre-la-legislacion-y-la-costumbre/