Esta maravillosa obra escrita por Jonathan Swift en el siglo XVIII, fue presentada originalmente al público usando el seudónimo, Lemuer Gulliver y con el título de Viajes a Diferentes Naciones Remotas del Mundo en Cuatro Partes (Travels into Several Remote Nations of The World in Four Parts).
El siglo XVIII, llamado, el de la ilustración, fue el momento en el que los ilustrados eran conocidos por sus ideas revolucionarias en las ciencias, las artes y la política, todas fundamentadas en la razón, con el argumento básico de la ignorancia como la oscuridad y el conocimiento como la luz, la razón era la herramienta para conocer el mundo.
Fue llamada también el Siglo de Las Luces, dejando a un lado, el predominio de la fe, usada como el camino hacia el conocimiento desde la Edad Media. Incluso dentro del pensamiento religioso la tendencia fue hacia el deísmo, que admitía la existencia de Dios como creador pero que luego dejaba de intervenir, el mundo se regía entonces, por sus leyes naturales.
Al mismo tiempo surge el juicio a las Monarquías Absolutas que se autoconferían cierto Poder Divino con la aparición de la burguesía y las llamadas revoluciones liberales.
Jonathan Swift, publica en octubre de 1726 esta magistralmente desarrollada pieza, ícono universal de las letras, conocida por el uso de la sátira, la ironía con un pensamiento filosófico encubierto en una serie de viajes fantásticos a destinos remotos y desconocidos.
Desde un inicio su público fue muy amplio, desde jóvenes adolecentes, por sus fantasías, hasta conocedores de la literatura, por los recursos aplicados. Hace uso de la sátira, con toques de humor e imaginación para mostrar los vicios individuales y colectivos de la sociedad en que vivió, las locuras, los abusos, las deficiencias de la política y la sociedad, son ridiculizadas y presentadas algunas veces de forma irónica, en la que da a entender algo muy distinto o incluso contrario a lo que escribe. Ayuda a sacar de la psique del lector aquello que hay en su entorno, pero que ignora saber.
Es necesario mencionar que, para la emergente clase burguesa, los viajes eran sin discusión, la conclusión del proceso educativo. El viaje a lo desconocido, en situaciones adversas, a otras civilizaciones o culturas, era una experiencia empírica que con el uso de la razón completaba la formación de aquel que tendría una visión más amplia de la realidad. Estos viajes por supuesto en su gran mayoría, eran reservados a los varones y solo pocas mujeres lograban convencer a sus padres de permitirles periplos tan aventureros.
Abundaban las historias de viajes y estos otorgaban jerarquía a quienes los realizaban, los cuales por razones económicas eran una elite. Swift, en Los Viajes de Gulliver, se burla de los tan de moda relatos de viajes, pero además imprime fuertes críticas a las costumbres y a la calidad de la naturaleza humana de todas las clases sociales.
Son varios viajes. El primero es a Liliput. Los liliputenses, pequeños, diminutos, están inmersos en una guerra civil por motivos insignificantes, los de zapatos de tacón alto contra los de tacón bajo y otra guerra debido a la diferencia por la manera en la que rompen los huevos.
El segundo de proporciones inversas. El país de Brobdingnag está habitado por inmensos gigantes ante los cuales Gulliver es diminuto. Para ello utiliza la perspectiva desproporcionada que tiñe el relato de un humor peculiar que le sirve para manifestar las miserias de cuerpo humano.
El tercer viaje Gulliver visita distintas islas, en periodos de tiempo más breves y describe una mayor variedad de pueblos. Visita primero la isla flotante de Laputa, en la que sus habitantes se dedican al desarrollo de la música y de las matemáticas, pero no saben inventar, imaginar o razonar y son pésimos arquitectos. Dedicados también a la meditación, los laputanos no tienen la más mínima noción de la realidad, tanto es así que los dirigentes han descuidado por completo el sistema de gobierno y el pueblo llano se ve obligado a malvivir, muchas veces en pésimas condiciones.
El siguiente viaje a la isla de Balnibarbi, que no es sino una prolongación de Laputa. Allí conoce a los proyectistas, que simbolizan a los estudiosos de la Royal Society y en general a la pasión exacerbada y pedante por la ciencia y el racionalismo. Los proyectistas, se hayan enfrascados en los experimentos más disparatados, como extraer rayos de sol de pepinos para envasarlos, convertir los excrementos en alimentos, calcinar hielo para hacer pólvora, construir casas desde el techo hasta los cimientos o tejer ropa con tela de araña.
El siguiente viaje lo lleva a la isla de Glubbdubdrib, habitada por una tribu de magos con habilidades que les permiten resucitar a los muertos. Gulliver aprovecha para resucitar a los grandes personajes que han escrito la historia de la Humanidad.
Después llega a Luggnagg, una isla en la que habita una raza de inmortales llamados struldbruggs. Se trata de una inmortalidad que no conlleva una eterna juventud, sino que está sujeta a los progresivos achaques de la vejez. De esta forma queda descrita la degeneración física que padecen los inmortales.
El último viaje de Gulliver conoce a la raza de los houyhnhnms, que son caballos dotados no sólo de raciocinio sino de un sentido moral infinitamente superior al de los seres humanos. Para ellos no existe la mentira, ni usan términos comunes en el ser humano como poder, guerra, ley o castigo. Al mismo tiempo, Gulliver conoce a una raza de animales cuyo aspecto desagradable le llena de desprecio y aversión: los yahoos, encontrando muchas similitudes con los seres humanos, en tanto la maldad, y dice que únicamente se diferencian en el ingenio de los humanos, lo cual los hace aún más aborrecibles, porque los yahoos no son, al fin y al cabo, conscientes de su propia maldad.
Esta última etapa del libro es muy dura en lo que respecta a la imagen del ser humano como colectivo.
Es curioso que, en sus últimos días de vida, Swift, a pesar de haber sido un sacerdote anglicano practicante de la fe, teólogo, termina como un misántropo verdaderamente autoaislado.
Faltó en él la certeza, que seguro encontró, pero no supo sostener, que al final de cuentas, el viaje, aquel que es fundamental en cada uno, es el que mediante la auto observación hacemos hacia nosotros mismos.
Por el contrario, termina disminuido con una salud precaria, padeciendo una enfermedad similar al Alzheimer y sin poder pronunciar palabra alguna ni poder moverse incluso en su propio dormitorio. Quizás los patrones que marcaron su origen terminaron imponiéndose por encima de un entendimiento más allá de la razón y más cercano a lo Divino.
Fuentes:
https://www.actualidadliteratura.com/los-viajes-de-gulliver/#:~:text=El%20autor%20creó%20el%20texto,trata%20de%20una%20obra%20infantil.
https://es.wikipedia.org/wiki/Los_viajes_de_Gulliver