Richard Arkwright, industrial británico, nació en Preston, Lancashire, el 23 de diciembre de 1732, decimotercer y último hijo de un sastre, no recibió educación formal pues la familia no contaba con recursos suficientes para ello. Era un joven emprendedor y autodidacta que aprendió el oficio de barbero y construyó su primera fortuna fabricando pelucas, hasta que cayó la demanda.
En 1764 comenzó a interesarse por la maquinaria textil, perfeccionando la existente y patentando el water frame en 1769, un marco de hilar que funcionaba mecánicamente, impulsado por energía hidráulica. Este fue un paso importante en la evolución de la tecnología textil y se considera como la piedra fundacional de la Revolución Industrial.
Con varios socios, Arkwright construyó fábricas textiles en Nottingham y Cromford y escribió un reglamento industrial para organizar el trabajo entre los obreros, creando las primeras formas capitalistas modernas.
Se mantuvo como el primer y principal empresario de la industria textil inglesa; para 1782 contaba con un capital de 200.000 libras y sus fábricas daban empleo a más de 5.000 trabajadores.
En 1786 fue distinguido como Caballero por el rey Jorge III y se le considera el padre de la Revolución Industrial.
Murió el 3 de agosto de 1792.