María Elvira Salazar

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Continúa el UpaniNews esta serie de artículos publicados en el El Nacional cuando Shaktima cumplía labores periodísticas en la fuente de Arte y Espectáculos de ese diario caraqueño.

María Elvira Salazar, tras la estela política de Juan Pablo II: “El Papa es un hombre de Dios y eso no tiene religión»

La vez anterior que visitó nuestro país estuvo con CAP, ahora la ocupan las visitas políticas, no pastorales, realizadas por el Sumo Pontífice en Nicaragua y nuestro país. Esta periodista habla fuerte, con carácter, tal y como la imagen que transmitía cuando leía noticias y que dictó cátedra para muchas de nuestras narradoras locales. Hoy es una reportera a tiempo tan completo que apenas puede conceder entrevistas en las que ella sea la noticia.

Por Erika Tucker

La habita la noticia, más que la información. Pareciera también que se le mezclan las fuentes en su interior, como si tuviera un cruce agudo entre política y espectáculos. Es así como apareció, dos horas después, aduciendo el retraso de quien debía arreglarle su cabello y ella, vive de eso como bien lo dejó saber, de su imagen. Es la periodista María Elvira Salazar. Esta es su octava visita al país, recordó que la anterior la llevó al Junquito, a sentarse frente a Pérez y averiguar sobre su estadía en la cárcel.

Su hombre-cámara le recordaría que aquella vez se ganó el odio de los periodistas venezolanos -quienes también hacían su labor- cuando María Elvira, voz en cuello, les gritó: “¡Silencio, coño!». Y ante el motín de la prensa local, el mismísimo Presidente Pérez debió defenderla. «Esa niña es así, habla muy fuerte”, dijo CAP, quien con sus deseos de hacer historia no quería perder la oportunidad de la entrevista.

Sí, habla fuerte, con el acento cubano de inquilino en las cuerdas vocales, con un carácter que se le adivina en la mirada, en los movimientos rápidos. La prisa la hizo economizar las palabras, no ahondar ni extenderse en comentarios. No había tiempo, su noticia la esperaba. Ella no estaba como para ser la información. Es de padres cubanos y nació hace 34 años en Miami, tres días después de la revolución.

–¿Periodista de estudio o de oficio?
-Sí, lo estudié por cuatro años, pero el periodismo se aprende en la calle. Comencé siendo reportera local en el Canal 33 de Miami, después estuve dos años en Univisión, luego entré a Telemundo y seguí siendo corresponsal.

Con un orgullo inocultable dice que está haciendo, ahora mismo, una serie de reportajes en Cuba. «Tengo el honor de poder entrar y salir de la isla cuando quiera. Estoy cubriendo su problema social y político”.

–¿Cómo es eso?
 -Sí, es el poder de convencimiento lo que me ha ayudado, ese ir, ir, ir, ir y llamar y llamar y querer decir lo que está pasando.

No dijo con precisión lo que pasaba, fue un acto de prudencia, tal vez, al no poder argumentar por el poco tiempo con que contaba para dar sus opiniones.

-¿Crees que eres la noticia?
-No, en lo absoluto, yo hago esto porque me gusta que la gente se informe, que mejore cada día con lo que sabe. Noticia es la Madre Teresa, yo no he hecho nada para serlo.

–¿Sí supo que aquí, como ancla de CNN, tuvo su momento?
-Sí, lo supe y tanto que pensé que me casaría con un venezolano por la cantidad de cartas que me llegaban. Pero cuando vine, ninguno se manifestó.

-Se decía entonces que tenía un estilo fuerte, un tanto agresivo. ¿Qué trataba de transmitir cuando leía las noticias?
-Lo que soy. Y eso era lo que salía, soy muy auténtica, no trato de fingir lo que no soy.

–¿Qué siente por la verdad?
-Bueno, que a veces no se puede decir si sabes que vas a hacer daño, tienes entonces que acercarte lo más posible a ella. Es un poco lo que me está pasando con Cuba: no puedo decirlo todo.

–¿Y del bombardeo de información, el manejo en que se cae, sobre todo cuando está en un país emisor como Estados Unidos?
-Eso depende de nosotros y es nuestra culpa que lo hagan. Ese alienarse no lo han impuesto ellos, a la gente le encanta usar el mismo jeans que Michael Jackson, tomar la Coca Cola, usar ropa Calvin Klein, escuchar a Gloria Estefan… es eso, y así pasa en Cuba, donde han tratado de esconder las cosas y no, la gente quiere sus jeans americanos. A la hora de la verdad, ellos ni se ocupan de nosotros como pensamos. Si no le hiciéramos caso ni se darían cuenta. Lo mismo pasa con los europeos y por eso la gente los imita, quieren tener un Mercedes Benz. La gente no es boba y quiere el mejor modelo.

María Elvira viene en cierta forma tras la estela política del Papa, por eso su destino hace un par de días fue Nicaragua, pero su carrera la ha llevado por todo el continente. De la América del Sur sólo desconoce la Guyana.

–¿Cómo ve los países latinos en general?
-Un desastre, los veo mal por los gobiernos que tienen, por los políticos que eligen… dígame Venezuela, que tiene el oro negro. Y la culpa de lo que sucede es de quienes pisamos esta tierra porque lo estamos haciendo mal. América Latina podría ser una de las grandes potencias mundiales, pero no. Aquí para todo funciona el amiguismo, el compadrazgo y así no se puede.

–¿Cree en el Papa?
-Soy ferviente creyente del cristianismo y al Papa se le ve el aura, él es, definitivamente, un hombre de Dios y eso no tiene religión.

Su productora, con un marcado acento gringo irrumpió para urgirla, ella apuró sus gestos. «No soy una periodista estrella, cuando la gente me pide autógrafos yo les digo que ni canto ni bailo. Si les gusta mi estilo, perfecto. Yo siento que no hay nada que me haga especial”.

Artículo publicado el  10/02/1996 en la sección de Farándula de EL Nacional

La conductora hoy

María Elvira figuró por cadenas de televisión después de su partida forzada de Telemundo -según- por presiones de la también conductora Laura Bozzo. En su andar siguió confrontando y entrevistando a personajes claves del acontecer mundial. Y ha sido reciente cuando dio su giro definitivo hacia la política. En 2018 se lanzó como candidata republicana en Florida, pero no fue hasta el 2020 que alcanzó el escaño y actualmente es miembro de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos por el 27.°

María Elvira ha sido premiada con 5 premios Emmy por diferentes reportajes realizados en Nicaragua, Cuba y Santo Domingo, por sus reseñados espacios y encuentros periodísticos. Y corroborando un poco el título de este texto escrito hace 25 años: en 2010 publicó Si Dios contigo, ¿quién contra ti? Ha declarado abiertamente ser “conservadora, cristiana y de sentido común”, así como madre “cristiana provida” con el que manifiesta su oposición a la financiación de los contribuyentes para los abortos tardíos.