Los virus son parte integral de los ecosistemas de este planeta, incluyendo la compleja comunidad de seres vivos que constituyen el cuerpo humano. Generalmente vemos a nuestro cuerpo como un conjunto de sistemas biológicos que interactúan para mantenerlo en funcionamiento al servicio de nuestra consciencia, pero si lo consideramos desde una perspectiva celular, no dejará de sorprendernos lo que sucede allí.
Un cuerpo humano promedio tiene alrededor de 37 billones de células a las que las acompañan unos 48 billones de bacterias. Además, de esto se podrían encontrar unos 60 billones de virus de diversos tipos pululando entre los tejidos y las bacterias junto con los varios millones de hongos y millones de ácaros que habitan en nuestros cabellos y piel.
Mientras, los virus, hongos, y afines se mantengan en equilibrio con el funcionamiento de nuestras células, difícilmente nos percataremos de su existencia. Se estima que, si ellos desaparecieran, los echaríamos de menos y buscaríamos la manera de reponerlos como sucede con frecuencia con la flora intestinal donde habita la mayoría de las bacterias. El problema generalmente surge cuando se rompe el equilibrio entre estos billones de huéspedes que albergamos y especialmente cuando llegan invasores de otros nichos ecológicos.
Uno de los virus más mortíferos para el ser humano proveniente del reino animal es el Ebola. Este ataca el sistema inmunológico y los órganos del cuerpo humano causando hemorragias generalizadas al suprimir la capacidad de coagulación de la sangre. Al lado de este el Covid-19 pareciera inofensivo, pues con una tasa de mortalidad que en algunos brotes epidémicos aniquiló al 83% de los infectados.
Deja muy por detrás al que actualmente tiene en jaque al planeta que causa la muerte de aproximadamente el 2,5 % de los afectados. A pesar de esta peligrosidad, el más reciente brote epidémico de Ebola detectado en el Oeste de África, en Guinea, el 14 de febrero pasado, ha ocupado poco interés en la prensa internacional debido a que este virus dejó de ser candidato para una pandemia, como lo fue en los años setenta del siglo pasado cuando apareció por primera vez.
Diversos factores hacen que los brotes de Ebola sean relativamente fácil de contener a pesar de su alto índice de mortalidad. Este se trasmite a los seres humanos a través del consumo o contacto con animales salvajes infectados como pueden ser murciélagos, monos o antílopes, y se propaga entre las personas por el contacto con los fluidos corporales de los infectados.
Los cadáveres son especialmente contaminantes y de allí que prácticas culturales tradicionales africanas como la de reunir a la familia para asear y preparar a un familiar fallecido para el funeral han sido unas de las principales fuentes de propagación del virus entre las comunidades afectadas. Durante el anterior brote en 2014-16 la pronta reacción de la OMS y la comunidad internacional, contuvo su propagación afectando unas 28.000 personas de las cuales aproximadamente 11000 fallecieron. Durante este auge una persona infectada llegó a Estados Unidos y murió en un hospital contagiando tan solo a dos enfermeras que luego se recuperaron.
A diferencia del Covid-19, el Ebola no se trasmite a través del aire. Requiere del contacto directo con los fluidos corporales de la persona infectada lo que facilita su contención. Actualmente existe una vacuna contra el virus que ha demostrado una eficiencia del 100% y se han desarrollado tratamientos que aumentan notablemente la recuperación de los pacientes. Así que el Ebola ha pasado a formar parte del repertorio de virus que dejaron de ser letales, debido a su vacuna, pero igualmente, requiere del cuidado de la sociedad. Ya no inspira el terror que lo llevó a ser el protagonista de algunas películas y miniseries.
Fuentes consultadas: https://www.bbc.com/mundo/noticias/2014/09/140917_salud_virus_cuerpos_sanos_il https://www.bbc.com/mundo/noticias-56058221 https://www.afro.who.int/news/new-ebola-outbreak-declared-guinea https://reliefweb.int/report/guinea/disease-outbreak-news-ebola-virus-disease-guinea-17-february-2021 https://www.nacion.com/ciencia/aplicaciones-cientificas/en-nuestro-cuerpo-viven-unos-48-billones-de-bacterias-60-billones-de-virus-y-varios-miles-de-millones-de-hongos/ZBPGABKRE5AZLJUVGTHZ2GMP4Q/story/