El desarrollo de un ser humano ocurre desde una conceptualización holística, en la cual se espera que el mismo sea equilibrado entre lo físico, lo mental y lo espiritual. En la práctica el desarrollo integral se ha visto limitado por nuestras propias decisiones dejando de lado varias de las aristas que este conlleva, teniendo como consecuencia el abandono de lo que se es.
Desde un punto de vista psicológico, se ha observado que una necesidad de progreso de las personas es el sentirse valorado, definiendo a las personas como una unidad biopsico-social trascendente, un ser único e irrepetible con valor infinito, basado en la dignidad personal que se pueda experimentar.
En cuanto a la valoración personal, esta se ve definida por la capacidad que se tiene para verse o reconocerse, teniendo como manifestaciones de esta autovaloración, la capacidad de actuar de forma responsable e independientemente, asumiendo lo que este actuar conlleve. De manera similar el conocimiento de la realidad de la condición física que un humano pueda tener es clave para el cuido que debe proporcionarse. Eso permitirá delimitar las condiciones de desarrollo y darle el valor que tiene su vehículo físico de evolución.
¿Y lo espiritual? Es necesario considerar, que una autovaloración desde un punto de vista espiritual llega a ser más complejo que la autovaloración física y psicológica, aunque estas dos serían la base, pues es necesario aceptar las leyes del karma, y entender lo valioso que es, el evolutivo espacio tiempo presente, donde nuestras condiciones físicas y mentales son resultado de la experiencia kármica anterior.
Pero, a pesar de que se haga el esfuerzo necesario para aceptar el karma, existen formas propias que facilitan la limitación de la autovaloración. De hecho, estas manifestaciones kármicas atentan contra la posibilidad de valorarte, en cierto modo una negación propia de lo que se puede saber o intuir. Es lo que John Welwood ha llamado “by pass espiritual”3, con lo que se logra una aparente comodidad y tranquilidad, por el denominado bienestar común.
Lastimosamente no funciona así, de hecho, no puede hacerse nada si no se parte de un estado consciente de lo que uno es, las enseñanzas del Cristo Jesús, así lo han manifestado con la ya trillada pero muy profunda frase “ama a tu prójimo como a ti mismo”, siendo necesario considerar para este caso, el amor propio como un estado de autovaloración de lo que uno es.
Si ubicamos estas necesidades y limitaciones de autovaloración dentro de lo que representa la pirámide de Maslow, estaríamos en los últimos dos peldaños, el reconocimiento y la autorrealización, lo que nos dejaría al final del camino de suplir nuestras necesidades psicológicas.
FUENTES: Rosario Prieto, LA VALORACIÓN PERSONAL: SENTIR QUE TE VALORAN ES LO MÁS IMPORTANTE EN LA EDUCACIÓN, 2020, https://www.hacerfamilia.com/educacion/valoracion-personal-sentir-te-valoran-mas-educacion-20201013101223.html. Alma Gómez, DESARROLLO DE LA VALORACIÓN PERSONAL, https://sites.google.com/site/autogestionadgg2016/desarrollo-de-la-valoracion-personal. Maribel Rodriguez, REFLEXIÓN: LA NEGACIÓN ESPIRITUAL ANTE LA CRISIS DEL COVID, https://www.revistautopia.org/reflexion-la-negacion-espiritual-ante-la-crisis-del-covid/
Muchas gracias!! ONS