Este libro de Gayle Woolson contiene las biografías y enseñanzas de los Mensajeros de Dios que fundaron las principales corrientes de pensamiento espiritual inspirando y moldeando los corazones de las almas ávidas de amor. En este capítulo “Los mensajeros”, se expone a Krishna quien enseñó que “la verdadera religión es una sinfonía espiritual cuya nota principal es el amor a Dios”. Se alude como notas secundarias el perdón, la paciencia, la veracidad, la meditación, la justicia, la misericordia. Y unidas en la conciencia del individuo constituyen la pieza maestra hacia el alcance del amor, el poder que controla todo el universo y nos reprograma como auténticos seres de luz.
LOS MENSAJEROS
Krishna, el gran Mensajero Divino de India, nació príncipe. Se cree que el lugar de Su nacimiento fue el área de la localidad de Mathura. Existen opiniones diversas sobre la fecha en que nació. La fecha tradicional es el año 3000 a.C. Una variante principal opina que fue cerca por 1400 a.C. Krishna es profundamente reverenciado por millones de hindúes como un sublime Salvador. Es uno de los principales fundadores del hinduismo, una de las más antiguas religiones del mundo.
En la época que Krishna vivió había mucha decadencia social, moral y espiritual; la gente era muy inculta. Prevalecían las guerras tribales y los conflictos familiares, y pequeños reinados en continua disputa. Dios destinó a Krishna para ser Su Mensajero y lo iluminó con una Revelación Divina. Le dio a conocer Su Misión sagrada y lo mandó a enseñar la virtud a la gente, a elevar su nivel de espiritualidad y cultura. Les enseñó la conducta correcta y altas normas de virtud y justicia. Era santo y sabio y lo caracterizaba tanta humildad que lavaba los pies a Sus amigos. Realizó muchos milagros, logró desarrollar la espiritualidad en numerosos seguidores y transformarlos con su poder celestial, la belleza de Su espíritu y majestad divina.
Krishna estableció una gran reforma en la región, por ese surgió la oposición contra Él, pero triunfó sobre los obstáculos y vivió hasta muy avanzada edad. Al igual que otros Mensajeros de Dios, no escribió Sus Enseñanzas de propio puño y letra. Se transmitieron oralmente de generación en generación durante muchos años antes de que fueran apuntadas. Debido a la antigüedad del período en que vivió Krishna, en verdad, se sabe muy poco acerca de Su vida. De acuerdo con la tradición y las leyendas, fue dado a la vida por medio de una concepción sobrenatural. Gobernaba la región un rey falso y tirano que había destronado al verdadero rey. Aun antes de nacer Krishna se había pronosticado al tirano que ese Niño por nacer anularía su poder opresivo. Por tanto, el tirano decidió matarlo tan pronto como naciera.
Milagrosamente, el Niño fue salvado y puesto al cuidado de un amoroso matrimonio campesino que vivía en otro pueblo. Se relata que Krishna empezó Su misión profética enseñando a niños y jóvenes cuando tenía solamente once años. Las Enseñanzas atribuidas a Krishna se encuentran en el Bhagavad Gita, que significa “El Canto de Dios”, y el Srimad Bhagavata. “El Santo Libro de Dios”. La versión abreviada de esta última obra se titula Srimad Bhagavatam, “La Sabiduría de Dios”. Bhagavad Gita, El Canto de Dios La estabilidad del carácter: Aquel cuya paz no está sacudida por otros; y ante quien otras personas encuentran paz más allá de la excitación, la cólera y el miedo; él es atesorado por Mí. (12:15) El trabajo egoísta y el trabajo libre de egoísmo: Así como los imprudentes trabajan con desprendimiento dentro del encadenamiento del trabajo egoísta, que los hombres sabios trabajen, con desprendimiento para el bien del todo el mundo. (3:25)
Armonía y paz: No hay sabiduría para el hombre sin armonía; y sin armonía no hay contemplación, no puede haber paz; y sin paz ¿puede haber regocijo? (2:66) La pasión, causa de confusión: De la pasión viene la confusión de la mente, luego la pérdida de la memoria, el olvido del deber. De esta pérdida viene la ruina de la razón y la ruina de la razón conduce al hombre hacia la destrucción. (2: 63) Srimad Bhagavatam, La Sabiduría de Dios La pureza de mente: Benditos aquellos que son puros de mente, pues a ellos se ha dado la sabiduría de Dios.
El bien en todas las religiones: Así como la abeja recoge miel de diferentes flores, el hombre sabio acepta la esencia de diferentes Escrituras y ve sólo el bien en todas las religiones. La trampa de la lujuria y la promiscuidad: No mires a nadie con ojos lujuriosos. Quien es lujurioso está atrapado en una trampa… Evita como a veneno, entonces, a toda promiscuidad. La unión con Dios: La unión con Dios, el Alma de todas las almas, es el fin que se debe buscar. Krishna enseñó que la verdadera religión es una sinfonía espiritual cuya nota principal es el amor a Dios. Las otras notas son el perdón, la paciencia, la veracidad, la meditación, la justicia, la misericordia. Pero siempre recalcó que el gran motivo primordial y espiritual de la divina sinfonía es el amor de Dios, el poder motriz que controla todo el universo y constituye la ley de atracción que da vida al mundo material.
Ese mismo amor divino es la ley fundamental de todas las religiones; da vida eterna a las almas y moldea en una sola unidad los corazones y mentes de los seres humanos. Una regla de oro de la Religión hindú es, “Este es el mayor deber: no hagas a otros aquello que, si se hace a ti, te causaría dolor.” (Mahabharatra 5:1517) El fin que buscan los que profesan la Religión hindú es la unión con el Espíritu Eterno, designado con el nombre de “Brahmán” y descrito como una Fuerza tan misteriosa, inefable e infinita que no es posible exponerla en toda Su extensión. Confían en llegar a su meta no solamente por medio de sus ritos sino también por la ética hindú: pureza, serenidad, desprendimiento, veracidad, pasividad, caridad, y compasión hacia todo ser viviente.
La actividad religiosa del hindú se muestra principalmente en el hogar. Cada comida, por ejemplo, es como un rito religioso. Además se ocupa mucho tiempo en escuchar literatura religiosa leída en voz alta o recitada. En el hinduismo hay un ideal muy elevado de la vida matrimonial. Los cónyuges quedan unidos en el indisoluble lazo de matrimonio por la afinidad espiritual más que por la inclinación carnal, y aspiran al mutuo desenvolvimiento espiritual. En la vida de familia existen hermosas relaciones de hijos con sus padres, de hermanos con hermanos, todo ello determinado con esmero y sabiduría, con vista siempre fija en el único objetivo de estimular la vivificante cualidad del amor espiritual. Existe la persistencia en las virtudes morales, en la constante educación de la literatura de carácter elevado – familiar en todos los hogares hindúes – y en los más nobles ideales compatibles con la mayor rectitud en la vida cotidiana.
El sacrificio es considerado como un placentero acto de devoción. ‘Abdu’l-Bahá dijo: El Mensaje de Krishna es un Mensaje de amor. Todos los Profetas de Dios han traído el Mensaje de amor. Krishna profetizó que el Espíritu de Dios que se manifestó en Él habría de manifestarse de época en época, a través de la historia, en otros Mensajeros Divinos o Manifestaciones de Dios que el Creador enviaría para guiar e iluminar a los seres humanos. Krishna dijo en el Bhagavad-Gira: Cuando la rectitud se debilita y decae, y se entroniza con orgullo el vicio, entonces Mi Espíritu se manifiesta en la tierra. Para la salvación de quienes son buenos y para la destrucción del mal en los hombres, para el cumplimiento del reinado de la rectitud, Yo vengo a este mundo en las edades que transcurren.
Otras profecías dicen: He aparecido muchas veces y aún apareceré muchas más. Cuando la religión se debilita y la irreligión prevalece, habrá un Avatar (Mensajero de Dios). En esta profecía Krishna habla como Portavoz de Dios, al decir que Él ha “aparecido muchas veces” y aún aparecerá muchas más no se refiere a la reencarnación sino a la reaparición, de tiempo en tiempo, del Espíritu de Dios en Seres sublimes elegidos por Él, dotados de una doble naturaleza humana y divina para servir de Canales puros del Espíritu Santo y Portavoces de la Divinidad. Hay profecías hindúes que prevén la terminación de una edad decadente para toda la humanidad y la inauguración de una nueva Era universal de reestablecimiento de la rectitud en la tierra. Esta será seguida luego por una Edad de Oro.
Esa nueva Era está identificada con la guía del Espíritu de Dios manifestado en un Ser Divino, designado simbólicamente como “Kalki” (Vencedor del mal) y como el “Décimo Avatar”, entre otras designaciones. Él “inaugurará la Edad de Oro, o edad de pureza, una nueva raza de hombres buenos”. Será “una raza que seguirá las leyes de la Edad de Oro, o edad de pureza”. La “nueva raza” está entendida en un sentido espiritual.