Saul Bellow, escritor canadiense-estadounidense, nació en Montreal, Quebec, el 10 de junio de 1915, en una familia judía de origen ruso, estudió en Chicago y se licenció en Antropología y Sociología en la Universidad del Noroeste.
Tras la Segunda Guerra Mundial, continuó como profesor en las universidades de Minnesota, Nueva York, Princeton y Puerto Rico. Después de publicar “El hombre en suspenso” (1944) y “La víctima” (1947), obtiene una beca Guggenheim con la que vivió un tiempo en Europa, donde escribió algunas novelas importantes como “Las aventuras de Augie March” (1953), “Carpe diem” (1956) y “Henderson, el rey de la lluvia” (1959).
Sus obras “Herzog” (1964) y “El planeta de Mr. Sammler (1970) ganan el Premio Nacional del Libro estadounidense, y “El legado de Humboldt” (1975) gana el Premio Pulitzer y el Nobel de Literatura, ambos en 1976, este último por “la comprensión y análisis sutil que realiza de la sociedad contemporánea…”.
La obra de Bellow, algo autobiográfica, versa con frecuencia en la vida de personajes judíos que buscan su identidad y que luchan por no rendirse ante una sociedad absurda que conlleva el malestar humano y espiritual. Su estilo incluye rasgos picarescos y humorísticos, busca equilibrar los verdaderos, pero escasos, valores absolutos y la falsedad presente en la cotidianidad. Asimismo, exhibe balance entre la sabiduría popular y la erudita.
Produjo 14 novelas y cuatro colecciones de relatos cortos; del género no ficción publicó “Jerusalén, ida y vuelta” (1976), reflexiones sobre su estadía en Israel, y “Todo cuenta” (1994), una colección de ensayos.
Bellow se considera un referente de gran influencia en autores estadounidenses de origen judío del siglo XX.
Falleció en Norfolk, Massachusetts, el 5 de abril de 2005.