Hermann Karl Hesse, escritor germanosuizo, nació el 2 de julio de 1877 en Calw, Würtemberg, en el seno de una familia misionera y multicultural que influyó en su obra. Creció entre Calw y Basilea, estudió y fue expulsado de varias instituciones, a petición del padre ingresó en el seminario de Maulbronn y, aunque era buen estudiante, no logró adaptarse y se retiró.
Fue aprendiz en una casa de relojes y luego en una librería de Turinga, donde trabajó a gusto y se nutrió de su colección en teología, filología y derecho, Goethe, Schiller y mitología griega. En 1898 logró la independencia económica y publicó su primer poemario “Canciones románticas”.
En 1899 se fue a Basilea, trabajó en una librería e inició un período vigorizado por entornos cultos y espirituales, dedicó tiempo a su mundo interno y viajó.
Su primera novela, “Peter Camenzind” (1904), le permitió empezar a vivir de la escritura. Produjo “Bajo las ruedas” (1906) y “Gertrud” (1910), además de relatos y poemas. Durante la I Guerra Mundial fue encargado de la biblioteca de los prisioneros de guerra alemanes.
Sufrió varios años de crisis personal y familiar en los que apareció “Demian” (1919), punto de inflexión de su obra y reconocimiento, llegando a influir ampliamente en la juventud occidental, al igual que “Siddharta” (1922), “El lobo estepario” (1927), la más célebre de sus novelas, y “El juego de los abalorios” (1943), por la que recibió el Nobel de Literatura 1946.
La temática espiritual sustentada en la tradición oriental es transversal en sus populares novelas, complementada por el contacto con la naturaleza, la amistad, el arte y la vida. Su obra fue muy influyente y estuvo asociada a la contracultura estadounidense de los años 60.
Distinguido con diversos reconocimientos, falleció el 9 de agosto de 1962 en Suiza.