Carol Reed, cineasta británico, nació el 30 de diciembre de 1906 en Putney, Londres, hijo ilegítimo del actor y fundador de la RADA Herbert Beebohm Tree y su criada May Reed con la que formó una familia paralela. En 1922 ingresó a la compañía teatral de Sybil Thorndike.
En 1927 se unió a Edgar Wallace para trabajar en las adaptaciones de sus libros al teatro y el cine, convirtiéndose en su asistente personal y aprendiendo los intríngulis del mundo cinematográfico. Tras la muerte de Wallace fue reclutado por Ealing Studios y trabajó como asistente de diálogos y dirección. Debutó en codirección (1935) y luego como director con “Midshipman Easy”.
Comienza a labrarse una reputación con la buena crítica del escritor Graham Green (El Espectador). Desde 1940 realiza películas con influencia hitchcockiana (“Tren Nocturno a Munich” y “The Stars Look Down”) que fueron bien recibidas. Durante la II Guerra Mundial forma parte del Servicio Cinematográfico del Ejército, realiza varios documentales y codirige “The True Glory” que gana un Óscar.
Su época de oro llega en la posguerra con triunfos internacionales como “Larga es la noche” (1947). Luego en asociación con Alexander Korda y Graham Green produce “El ídolo caído” (1948) por la que ganó el León de Oro en Venecia y fue nominado al Óscar como mejor director. Seguidamente “El tercer hombre” (1949), considerada la mejor película británica y un clásico de la historia del cine, obtuvo el Gran Premio del Festival de Cannes y una nueva nominación al Óscar.
Sus últimos éxitos fueron “Trapecio” (1956) ganador del Oso de Bronce (Berlín), “El Tormento y el Éxtasis” (1965) con seis nominaciones y tres premios, y “Oliver” (1968) que obtuvo seis Óscars.
Falleció el 25 de abril de 1976 en Londres.