José Bonifácio de Andrada e Silva, naturalista, estadista, poeta y político independentista brasileño, nació el 13 de junio de 1763 en Santos, São Paulo, de familia aristocrática portuguesa. Se formó en gramática, retórica y filosofía, y estudió derecho, matemáticas y filosofía natural en la Universidad de Coimbra. Ávido lector de autores franceses, ingleses, de antiguos poetas romanos y de Camões; escribía sus propios poemas.
Apoyado por el duque Juan de Braganza, fundador de la Academia de las Ciencias de Lisboa (1780), trabajó como magistrado y en 1789 ingresó como miembro de la Academia, puerta de entrada a su desarrollo científico. Viajó por Europa, estuvo en contacto con la Ilustración y realizó investigaciones sobre geología y mineralogía, ganando prestigio y respeto. Descubrió la andradita, nombrada en su honor, y la petalita/castorita que, a su vez, llevó al descubrimiento del litio.
Regresó a Brasil en 1819 incorporándose a la política. Le indignaba el despotismo, se sumó al movimiento independentista, abogó por una monarquía constitucionalista, promovió la civilización de los indios brasileños, la abolición de la esclavitud y del tráfico negrero, y se convirtió en el asesor del príncipe regente Don Pedro, luego emperador Pedro I.
Conocido como el “Patriarca de la Independencia” por su actuación en el proceso, fue vicepresidente de la Junta Gubernamental Provisoria de São Paulo (1821), fundamentada en el documento “Recuerdos y Apuntes” enfocado, a su vez, en ideas de Bonifácio, y primera en reconocer al príncipe regente. El movimiento proclamó a Pedro I en 1822, Bonifácio fue nombrado Primer Ministro, durante la Asamblea Constituyente se produjo un distanciamiento entre ellos y al concluir ésta fue desterrado.
Tras regresar a Brasil, se reconcilió con el emperador y éste le asignó la tutoría de su hijo en 1831. Las intrigas lo destituyeron (1833) y se retiró de la vida pública.
Falleció el 6 de abril de 1838 en Niterói.