La dualidad primordial es la de la luz y la oscuridad, y de allí se derivan las demás dualidades humanas conocidas. Son polos de cualidades antagónicas, sobre las cuales se asientan realidades materiales, espirituales, emocionales, conscientes e inconscientes, etcétera. El positivo y el negativo del magnetismo, el Ying y el Yang, el bien y el mal, masculino y femenino, Shiva-Shakti. Esto representa una tensión a la base misma de lo que edifica la experiencia humana, el alma y el todo, lo cual incluso ha dado pie a diversas expresiones arquetípicas en historias, mitos, leyendas y simbologías de culturas y religiones antiguas a lo largo y ancho del tiempo y el espacio.
Por ejemplo, la Biblia narra las hazañas de Jesús por sobrevivir a la persecución a la que fue sometido, con el fin de poder llevar a cabo su propósito y entregar su servicio a una humanidad que lo necesitaba. Las alegorías de Adán y Eva también hablan de la lucha entre el bien y el mal, este último representado en la tentación de la manzana y la serpiente en el jardín del Edén. Sumado a estas, prácticamente todas las mitologías griegas tienen por objeto enaltecer a la virtud, el bien ético, por encima de adversidades sobrehumanas, como podía ser la condena de hacer rodar el mundo sobre una montaña eternamente como Sísifo, la desesperación de Ariadna por no ser devorada por un Minotauro, o la construcción de unas alas de cera para que Dédalo sobreviviese al encierro en una isla perdida, entre otras.
El camino del héroe
Quizás quien más claramente vio la interrelación dinámica de la luz y la oscuridad en los mitos y religiones del mundo fue Joseph Campbell, como lo escribiera en su célebre obra El héroe de las mil caras. La tesis de ese libro es la afirmación de que existe una estructura arquetípica a priori o inherente a todos los mitos de las diferentes culturas del mundo antiguo, sean indígenas, aborígenes, religiosas, entre otros. Campbell decía que en las historias griegas antiguas, así como también en los miles de mitos indígenas, como en la cosmovisión del génesis según las diferentes civilizaciones antiguas (Egipto, India, África, Mesoamérica, China, etc.) no existía sino una misma historia cambiando sus detalles, sus nombres y sus formas, mientras la narrativa fundamental seguía siendo la misma. Por eso se habla de “arquetipo”, palabra que es proveniente del griego y significa “forma original”, refiriendo el hecho de que esta estructura no dependía de detalles subjetivos culturales, sino que se asentaba en lo más profundo del inconsciente colectivo y el alma humana, y desde allí se expresaba poblando nuestra historia.
A este concepto, Campbell lo concibió como el Monomito, argumentando que dicha narrativa interna permeaba y conectaba la totalidad de los numerosos mitos de la humanidad. Ese monomito, a grandes rasgos, está caracterizado por varias fases en donde el “héroe”, una persona ordinaria, es llamada a un acto extraordinario: salvar a un pueblo, derrotar a un monstruo, rescatar a una princesa, recibir una encomienda de los dioses, etcétera. Para esto debe hacer un simbólico descenso a su propio inconsciente, para allí tener una lucha a muerte con la sombra, la oscuridad (muchas veces representada en una prueba colosal, en donde al final, si vence, saldrá victorioso en su propia luz. Por supuesto, Campbell entiende que el monomito es el viaje del héroe, es decir, el sendero interno que toda alma debe atravesar para llegar de su estado de conciencia ordinario a la supraconciencia, la iluminación, el Samadhi.
Dharma y Adharma
En la milenaria Tradición Védica se enseña que existe un plan de luz para la humanidad, una ley superior, conocida como el Dharma: aquella noción del Bien divino y cósmico. Por otro lado, está su negación, Adharma, la amalgama de la infinidad de desviaciones de ese principio, intenciones que no responden a la verdad del ser sino del ego o de la sombra. Todas las épicas védicas de los textos conocidos como los Puranas hablan de esa misma tensión en el mismo sentido que Campbell lo hace. Se habla de realidades internas representadas en guerras entre dioses y demonios, Devas y asuras, etc., cuando al final siempre la metáfora es sobre la conciencia misma luchando por su liberación.
El Mahabharata plantea una guerra entre los Pandavas, una dinastía lumínica liderada por el Avatar Krishna, versus los Kauravas, otra familia poderosa que representa el ansía de dominio y destrucción del ego, liderada por Dhritarashtra que es un rey ciego quien simboliza la ignorancia.
De igual forma el Ramayana plantea una lucha a muerte entre Rama, Avatar de Vishnu y rey de Ayodhya, y Ravana, abominable líder de los demonios de Lanka que había secuestrado a su esposa Sita (un matrimonio primordial entre la madre divina y la conciencia padre que había sido quebrado).
La razón de ser de la oscuridad
Allí es donde la luz y la oscuridad se muestran en su explícita codependencia. El héroe debe luchar para llegar a su gloria. Sin monstruo no hay héroe, sin descenso al Hades (infierno) no hay ascenso al Olimpo (morada de los dioses). Es evidente que si se les resta el lado oscuro a las historias arquetípicas, solo queda el alma ordinaria, dormida en un estado neutro, sin retos ni gloria, sin muerte y por ende sin vida.
Como dicen ciertas enseñanzas iniciáticas, como las de la Madre Shaktiananda y el Mahavatar Babaji: la luz se vale de la oscuridad para expandirse, para crecer y reconocerse a sí misma. Ese es el rol y el propósito de la existencia de la polaridad de la sombra: es un siervo de la luz (aunque lo ignore, dada su naturaleza).
Por eso sin los Kauravas, Krishna no tiene un sentido por el cual luchar, así como sin Ravana, el rey Rama no representaría la victoria del Dharma sobre el Adharma y no sería el ejemplo que hoy es para millones de devotos. Por eso, la arquetípica batalla entre la luz y la oscuridad permite como tal la evolución de la conciencia desde la oscuridad finita hacia la luz infinita.
Fuentes:
-Enseñanzas de Sri Mataji Shaktiananda.
-J, Campbell. El héroe de las mil caras. Ed. Atalanta.
-J, Campbell. Monomito. Ed. Atalanta.
Preciso. Ahora que estoy a puertas de una decisión frente a un proceso a vencer. Agradecida.
Bello y valioso artículo ¡Muchas gracias!
Gracias!
Más allá del que piensa
Más allá del que escribe
Más de allá de La Consciencia
Más allá del Silencio Interior
Es el sendero de la existencia para preparar el viaje a través de la no exitencia
Gratitud!!!!