Thomas Carlyle, filósofo, historiador, matemático y pensador escocés, nació en Ecclefechan el 4 de diciembre de 1795. De familia puritana, estudiaba para hacerse pastor cuando vivió una crisis de fe y abandonó este camino. Estudió en la Universidad de Edimburgo, donde más tarde fue catedrático y rector. Se apasionó por la lengua y la literatura alemanas y logró despertar el interés de los ingleses traduciendo a Goethe, escribiendo “La vida de Shiller” (1825) y numerosos artículos sobre la Alemania moderna.
Su obra más notable, “Sartor resartus” (1838), surgió de su crisis de fe y lo consagra como crítico social contra el materialismo y las instituciones religiosas y políticas, que no son más que las “ropas” que visten las realidades esenciales. Polemista sobresaliente, también criticó la ciencia y la economía.
Como historiador consideraba que el avance de la civilización se debe a héroes y líderes, y despreciaba la democracia. En esta línea destacan “Los héroes” (1841), “Pasado y presente” (1843), “La Revolución Francesa” (1837) y “La historia de Federico II de Prusia”, 10 volúmenes escritos entre 1858 y 1865.
Como matemático fue profesor y definió “el círculo de Carlyle”, asociado a una ecuación cuadrática y determinado en un plano de coordenadas con el uso de regla y compás.
Multifacético y de carácter agrio, se contradecía en muchos aspectos. No obstante, su obra renovó la escritura anglosajona, rescató del estancamiento material a una generación de jóvenes estableciendo conciencia sobre la realidad de lo espiritual.
Fue miembro de la Academia Estadounidense de las Artes y las Ciencias y recibió una Orden al Mérito. Murió en Londres el 5 de febrero de 1881.