Theophrastus Phillippus Aureolus Bombastus von Hohenheim, conocido como Paracelso, alquimista, médico y astrólogo suizo, nació en Einsiedeln el 10 de noviembre de 1493, hijo de médico y alquimista que trabajó en regiones mineras, experiencias que dieron a Paracelso una formación inicial en el oficio. Luego estudió en las universidades de Basilea, Viena y Ferrara donde se doctoró.
En sus recorridos por las áreas mineras estudió y experimentó con diversos minerales como el hierro, el antimonio, el azufre y el mercurio, procesándolos alquímicamente y obteniendo sustancias sanadoras de afecciones y enfermedades. Hizo lo propio con vegetales y se le atribuye la creación del término “Espagiria”.
Se opuso a la medicina clásica representada por Galeno, Avicena e Hipócrates. Abrió camino al uso de sustancias específicas según la enfermedad y utilizó venenos en pequeñas dosis con resultados curativos; por ello se le considera el padre de la toxicología. Dio nombre al elemento zinc, introdujo el término “sinovial”, estudió y describió enfermedades como la sífilis y el bocio, fue el primero en identificar enfermedades “laborales” e introdujo el uso del láudano.
El orden cósmico interesaba a Paracelso y veía el cuerpo humano como un microcosmos en el cual se hallaban los astros o constelaciones. Manejaba el concepto de los cuatro elementos y sus criaturas regentes, y aceptó los cuatro temperamentos galénicos (flemático, colérico, sanguíneo y melancólico) y los asoció a los cuatro sabores (dulce, amargo, salado y ácido).
Escribió una veintena de obras, de las cuales la principal fue “La gran cirujía” (1536).
Murió en Salzburgo el 24 de septiembre de 1541.