Todos sabemos íntimamente, al observar la miríada de estrellas en el firmamento nocturno, desde que somos niños, que hay millones de posibilidades de vida más allá de nuestro planeta. Un sentimiento compartido por muchas personas en distintos tiempos y culturas. El empeño por buscar vida más allá de la Tierra está muy presente en nuestra cultura y se dinamizó mucho más con los programas de la NASA y de la ex Unión Soviética, a partir de los sesenta del siglo XX, de las misiones a la Luna y los programas Apolo, entre otros.
No nos sorprende entonces, que varias noticias actuales de la prensa internacional hagan eco de un importante suceso, proveniente de la comunidad científica, que habla de “extraña emisión de ondas que llegó a la Tierra”, que está siendo investigada como un indicio de vida extraterrestre, cuyo origen es la “Próxima Centauri b”, una “supertierra”, planeta de superficie rocosa que probablemente contiene agua líquida y atmósfera y se localiza a solamente 4,2 años luz de nuestro planeta.
Este planeta forma parte del sistema solar más cercano a nuestro Sol, conocido como Alfa Centauri. Las ondas de radio que se captaron provienen de un potente radiotelescopio llamado Parkes, que está ubicado en Nueva Gales del Sur, en Australia. El registro de las ondas de radio sucedió entre abril y mayo de 2019, a través de un radiotelescopio gigante, a partir de esto, muchos científicos han puesto atención en este suceso, y tratan de entender el hallazgo.
Esto fue posible gracias al proyecto llamado Breaktrhrough Listen, que inició hace diez años, cuyo propósito es justamente escuchar o recibir información proveniente de algún emisor de fuera de nuestro planeta, el Ser Humano capta y es captado, esta es la esencia de proyectos como éstos, nos dice a través de BBC Mundo, Boris Miranda (enero 31 de 2020).[1]
Días antes de esta importante nota, Nadine Drake (21 de diciembre de 2020),[2] escribía para National Geographic que los buscadores alienígenas, detectaron misteriosas señales de radio que procedían de una estrella cercana al Sol. No se trata de “un telegrama extraterrestre”, pero sí existe la recepción de ondas que deberían dar paso a un refinamiento en las técnicas de búsqueda. La estrella es una enana roja, que es orbitada por al menos dos planetas y uno de ellos es de cierta manera como la Tierra. Estas ondas se llamaron BLC-1. La autora Drake, dice que su padre Frank Drake inició en 1960 la búsqueda de vida fuera de la Tierra, a través del Proyecto Ozma.
Muchos científicos y por supuesto muchos aficionados, llevan décadas escrutando los cielos en búsqueda de señales de radio, más allá de aquellas naturales captadas del cosmos. Estos signos pueden llevar a la humanidad al descubrimiento de otras formas de inteligencia, que se comunican a través del espacio. Sofía Sheikh, una de las científicas a cargo del proyecto Breaktrhrough Listen, enAustralia, considera que en nuestro planeta existe una gran contaminación de ondas y señales debido al internet, torres de telefonía, GPS, satélites, entre otros, y por tanto es muy difícil discriminar si las señales vienen del espacio o es tecnología generada por humanos.
Un antecedente de estas ondas de rayo de 2019, es la señal recibida en 1977, conocida como Wow!, después de que el técnico que la descubrió usó esta expresión coloquial de asombro, en el Observatorio de Radio de la Universidad del Estado de Ohio, conocida como Big Ear, una cantidad de ondas de radio extremadamente intenso que parecía que podía provenir de inteligencia extraterrestre, pero que hasta la actualidad no se ha podido corroborar señala Nadia Drake.[3] Se sitúan el origen de la enigmática señal de radio «Wow!» en una estrella como el Sol, es decir aún hoy se está buscando una respuesta esta señal recibida años atrás.
Varios astrónomos han buscado este tipo de estrellas donde se pudo haber originado la famosa señal que en los 70 se relacionó con una civilización alienígena. No solamente grandes instituciones públicas y privadas se dedican a la búsqueda y captura de ondas y de formas de comunicación desde el espacio, National Geographic, ha mostrado interés en la propuesta que hizo hace unos años un investigador aficionado, que creó un laboratorio en un pueblito rural de Michigan, llamado John Shepard, que quería rastrear señales satelitales, y que pasó gran parte de su vida: “Con la mente en el espacio y viajando por el cosmos”, cuando su cuerpo se encontraba en una pequeña localidad en la Tierra, su proyecto se llamaba Strat, trataba de captar y ser captado, para ello estuvo enviando a través de grandes antenas, música para compartir con el espacio, música cultural, clásica y jazz, en total soledad, durante 25 o 30 años, pero no consiguió resultados positivos, aunque dedicó toda su vida a esta actividad,[4] reconocido por algunos como genio de la electrónica, que emitió señales de radio al espacio en busca de civilizaciones alienígenas.
Comúnmente la humanidad espera recibir señales de radio, sonidos, comunicaciones concretas de la misma manera como las que utilizamos en este planeta de tercera dimensión, a veces los científicos buscan una vida fuera del planeta muy similar a la nuestra, sin considerar las innumerables formas de vida absolutamente distintas a la nuestra. Mientras no se amplíen las miradas y los sentidos, será muy difícil encontrar una señal del cosmos adecuadamente interpretada.
Fuentes consultadas 1 Boris Miranda, “Próxima Centauri: la intrigante señal que llegó desde el sistema estelar más cercano al Sol”, BBC Mundo, enero 31 de 2020. Fuente: https://www.bbc.com/mundo/noticias-55481355 2 Nadia Drake, “Los buscadores de alienígenas detectan una misteriosa señal de radio procedente de una estrella cercana”, National Geographic, diciembre 21 de 2020. Fuente: https://www.nationalgeographic.es/espacio/2020/12/detectan-misteriosa-senal-de-radio-procedente-de-estrella-cercana 3 Ibid., p. 2. 4 Sobre John Shepard existe un programa documental corto en Netflix, https://www.netflix.com/ec/title/81252991
La vida: un término tan amplio y poco entendido o apreciado por nosotros mismos. La vida que debe habitar en la luna, marte o saturno solamente, es para dejar maravillada a la razón. Gracias por este texto.
ONS! Pienso que a lo largo de la historia humana se busca explicación del todo que percibimos con nuestros límites, pero ignoramos meditar, en este sentido como la mayor conexión cósmica que se perdió en la contaminación acústica y masiva que vivimos hoy. Saber escuchar tu interior es como cuando acercas un caracol a tu oído y comprendes el sonido del mar. Si la ciencia funcionará en servicio de la humanidad ya no habría tanto misterio.