Vittorio De Sica, cineasta y actor italiano, nació el 7 de julio de 1901 en Sora, Frosinone. Vivió en Nápoles durante la I Guerra Mundial, luego en Florencia y finalmente se mudó a Roma donde se graduó como contador, aunque sus intereses estaban en el mundo del espectáculo.
En los años 20 trabajó principalmente en teatro con las compañías de Tatiana Pavlova y Sergio Tofano, alcanzando su consagración por su labor con los textos de Pirandello (1928), y se inició como actor cinematográfico. En los 30 destacó en comedias románticas ligeras como ¡Qué sinvergüenzas son los hombres!.
Debuta como director en 1940 y poco después realiza sus obras cumbres según la crítica: “Sciusciá” (shoe shine) (1946), el limpiabotas, y “Ladrón de bicicletas” (1948), dos grandes exponentes del neorrealismo italiano de posguerra con argumentos sociales simples, francos, con un tinte documental, actores no profesionales y niños protagonistas; ambas ganaron el Óscar a mejor película extranjera. Por su parte, “Milagro en Milán” (1951) obtuvo la Palma de Oro en Cannes.
Luego se enrumba hacia un cine más comercial que desarrolla en Hollywood. Comienza con “Estación Termini” (1953) e incluye varios filmes protagonizados por la nueva estrella italiana Sofía Loren, por ejemplo “Dos mujeres” (1961), con la que gana su primer Óscar como mejor actriz, y “Matrimonio a la italiana” (1964).
En sus últimos años su obra se vuelve más personal y destaca “El jardín de los Finzi-Contini” (1970) que gana el Óscar a mejor película de habla no inglesa y el Oso de Oro (Berlín).
Por otra parte, se considera que sus actuaciones más memorables son las realizadas en “Adiós a las armas” (1957) (nominado a mejor actor de reparto) y en el rol protagonista de “El General della Rovere” (1959).
Falleció el 13 de noviembre de 1974 en Neuilly-Sur-Seine, Francia.