George Bernard Shaw, dramaturgo y crítico irlandés, nació en Dublín el 26 de julio de 1856, en el seno de una familia de clase media-baja, de ascendencia inglesa y protestante. En su casa la música estaba presente constantemente y obtuvo libros que le permitieron adquirir conocimientos sobre obras corales y operísticas, así como literatura.
Abandonó la escuela en 1871 y comenzó a trabajar en una administradora de fincas, ascendiendo rápidamente. En 1876 se mudó a Londres y se fue desarrollando como crítico musical y de teatro. Ya para 1880 logró renombre por sus críticas al teatro victoriano, defensas de Ibsen y elogios a Wagner. Sus posiciones políticas lo aproximaron al marxismo, se afilió a la Sociedad Fabiana, publicó ensayos sobre esta corriente, y ensayos y tratados políticos desde esta perspectiva. Posteriormente se inclinó hacia posturas dictatoriales.
Escribió novelas entre 1879 y 1883, pero su fortaleza y éxito estuvieron en la dramaturgia, a través de la cual expuso sus ideas con estilo didáctico y crítico, aderezado con comicidad y sátira. De finales de siglo sobresalen “Casa de viudos”, y las compilaciones “Teatro agradable” y “Teatro desagradable”, y de ellas “El hombre y las armas” fue su primer éxito comercial. Se consolidó como dramaturgo iniciando el siglo XX con “Hombre y superhombre” y “La otra isla de John Bull”. Su producción consta de 62 obras, de las cuales las más importantes son “Pigmalión” (1912), llevada al cine, y “Santa Juana” (1923).
Considerado el segundo dramaturgo de lengua inglesa más importante después de Shakespeare, fue miembro de la Real Sociedad de Literatura, recibió el Nobel de Literatura 1925 y un Óscar (1939) por el guión de “Pigmalión”.
Falleció en Ayot St. Lawrence el 2 de noviembre de 1950.