Martín Tovar y Tovar, pintor y retratista venezolano, nació en Caracas el 10 de febrero de 1827, hijo del oficial español Antonio Tovar y de la caraqueña de sociedad Damiana Tovar Liendo. Recibió su primera formación artística en la escuela de Antonio Carranza. A los 17 años adquirió, junto a Rafael Meneses, la litografía de los alemanes Müller-Stapler y se convierten en pioneros litógrafos venezolanos.
Al tanto de su potencial artístico, sus padres lo enviaron (1850) a la prestigiosa Real Academia de Bellas de San Fernando, Madrid, donde Tovar se impregna del Museo del Prado, de Velázquez y de Goya. Luego consolida su formación durante tres años más, en el taller de León Coignet, París, donde recibe influencia neoclásica.
En Caracas realiza retratos de familiares y amigos, destacando el de su hermana Ana Tovar y Tovar de Zuloaga y el imponente retrato ecuestre de Manuel Vicente de las Casas. Pasa otro período en París y asiste a la Exposición Universal de Londres, donde se exhibían dos de sus lienzos. De nuevo en Caracas (1864) establece un novedoso estudio fotográfico, donde realiza también frecuentes tertulias y es nombrado director (1868) del recién creado Instituto de Bellas Artes.
Desde 1873, Guzmán Blanco con su visión modernizadora, le realiza numerosos encargos: 60 retratos para la galería de próceres y notables civiles republicanos del nuevo Palacio Federal Legislativo, y para su Salón Elíptico, los murales de las Batallas de Carabobo, Boyacá, Junín y Ayacucho (1884). Gracias a este trabajo, Venezuela conoce los rostros de los libertadores de la Patria y recrea sus hazañas. Luego, “La firma del Acta de Independencia” fue para el Consejo Municipal caraqueño y recibe la medalla de oro en la Exposición del Centenario del Natalicio de Bolívar (1883).
Tras su retiro Tovar pintó paisajes y Antonio Herrera Toro completó algunas de sus obras. Falleció el 17 de diciembre de 1902.
Imagen: Batalla de Carabobo.