El escritor, poeta y periodista venezolano, José Pulido se mostró inmaculado, en un estado de pureza tal, que sus palabras lo sostenían erguido, como flotando en una atmósfera de gratitud, esbozando el aquí y ahora en todos los tiempos posibles, agradeciendo el encuentro, el diálogo que sostuvo con Mataji Shaktiananda en Citas Conscientes en el programa La Hora de Ser o No Ser que se transmitió el jueves 25 de febrero a través de la página de Shivamerika Radio, en Facebook y en la señal cósmica de shivamerikaradio.com
Porque José no es solo palabra escrita; es oralidad, y cuando se sumerge en ella todo lo que sale de su boca es un cántico abrasivo, lleno de ternura y belleza. Un rapsoda hurgando en la memoria. En esas verdades ocultas y patentes, nada como el detonante para hacerlas florecer, y Shaktiananda calibró con su expreso conocimiento del personaje, todo un destello de sapiencia en un autor que había sido jefe de ella en el siglo pasado, cuando fue reportera de arte y espectáculo en El Diario de Caracas.
Un encuentro impregnado de recuerdos mutuos, con el énfasis en un personaje, que pareciera haber vivido poéticamente toda su vida, desde que su mamá lo trajo al mundo, en el año 45, allá en Villa de Cura (Aragua), con las sorpresas del caso, hasta encumbrarse como uno de los grandes escritores vivos de Venezuela, lejos de la virulencia de los medios y la exposición pública.
Ahora, que reside en Génova, desde hace tres años, “me han invitado tres veces consecutivas al Festival Internacional de Poesía”, esa sincronía le ha disparado la imagen a estados que jamás experimentó en su país, y como confiesa, “nadie me ha dicho que siempre fui solitario”, su andar no lo nutrió la tendencia, el movimiento, o el grupo; solo su elevada aventura del espíritu y el incondicional amor a la escritura.
A continuación, extractos de tres poemarios de José Pulido, Nunca es un artificio el viejo exilio, Los espacios del adiós y otros poemas, y Heridas espaciales y mermeladas caceras.
XV
Antes de que llegara la antigüedad los pájaros que morían
se convertían en turmalina y cornalina
Juan aseguró en el apocalipsis que la cara de dios era de jaspe y cornalina
en ese rostro habrán hecho las aves uno de sus mejores cementerios
Todas las montañas se formaron con los antepasados de los pájaros
A partir de un pájaro amarillo, azul y verde
que si lo enjaulan muere y en bella furia canta
nació el cerro de Caracas ondeando aguas y ramas
el Ávila de piedras y raíces, escupido de Pléyades
es nuestra montaña más concreta
Con una escoba de sueños quisiera barrer sus caminos
limpiarlos de miserias
Es tan grande que cupo en el universo una sola vez
cuando se dilataron los cielos
para que pudieran florecer los mangos
los tucusitos del Ávila parecen inventados por Borges:
vuelan hacia atrás porque les interesa más el principio que el final
El Ávila es enorme pero no es tan difícil cargarlo en la maleta
es completamente transportable en forma de sentimiento
especialmente si has mirado sus curvaturas de sirena,
sus crestas de animal acostado
O si alguna vez has escuchado las aguas hablando en Quebrada Quintero
sobre los modos de bajar hacia el Mar Caribe sin tener que preguntar
la dirección en el valle
En la tarde la montaña abre un ojo hecho de sol
Un ojo que se adormece en la cabeza voraz de los árboles resecos
de noche se agazapa con su aliento de ardores vegetales
lista para saltar de nuevo sobre el valle asustadizo con su corazón de
conejo
he ahí la montaña que se alimenta de miradas
que del lado de la playa es el Ávila de Reverón
enloquecida de luz
y del lado de Caracas es el Ávila de Cabré
con el tornasol prestado por el colibrí rutilante
y todas las Pléyades estornudan de amor al agitarse el capin melao,
la hierba deliciosa
y por encima y por abajo es el Ávila de todos y de nadie
una montaña igual a la Virgen de Coromoto y a la Virgen del Valle
igual a La Chinita y a la Divina Pastora
porque no tienes que conocer en persona sus senderos
para creer que representa nuestros hábitos
La montaña era dormitorio de nubes hace un millón de años
y todavía lo es.
La montaña estaba ahí elaborando guacharacas
antes que surgiera la idea de confeccionar una muralla
que llamaríamos ciudad;
ese antiguo aire es lo que me reconforta.
El Ávila es un pájaro con mastranto en las alas,
es un dolor de incendios guardados en un cofre de raíces.
El Ávila es como decir amén cuando se reza por Caracas.
XIV
Teníamos la montaña cuyo verdor llenaba nuestras vidas
Teníamos la familia y los amigos con sus voces diversas
Y todos sus cariños
Teníamos los libros cada uno marcado por su propia aventura
El dolor más grande que sentía,
aparte de perder para siempre el cerro que llenaba nuestros ojos
Era separarnos de tanta familia y de tantos amigos
y no poder llevarnos nuestro gato
mi hermano lo cuidará con mucho amor
pero ya no lo podré sentir cuando me espera
Mi gato es como un hijo
También nos dolían tantos libros, esos recuerdos pegados a la piel
dejamos los objetos de adorno aparentemente inútiles
marcados con la nostalgia de las huellas digitales
las fotografías donde aparecíamos jóvenes sin adivinar esta catástrofe
Hace meses que estoy fuera de casa
y mi gato apenas deja su escondite
debe estar enroscado entre mi ropa vieja
con sus ojos perversos de amatista completamente adentro
guardados para el día que nos encontremos
espera escuchar mi voz para retornar a la sala
y subirse a mis piernas
su tiempo ahora debe ser
como la oscuridad que se ha quedado
en la fosa de los calamares
la nada cubriendo su cuerpo tembloroso
algo interminable para su concentración felina
una muerte, dos muertes, tanto miedo
debe pensar que lo he abandonado
como a los zapatos que le gusta escarbar
mi gato es todo lo contrario de la eternidad y de lo breve
porque el tiempo no se agazapa
no mira a través de la noche
no acaricia el pie no rasguña la puerta
que mi gato espere por mi durante meses
convierte la tristeza en temporada
a cada rato cree escucharme hablando
porque sueno a derrumbe de parapetos al mediodía
y se asoma a la sala
y cree que están mis piernas
pero solo hay sofá
–Ambos poemas tomados de Nunca es un artificio el viejo exilio
ORACIONES
Gracias Señor
por este nuevo día
que le das a todos los seres humanos,
a todos los seres creados por ti
en este planeta y en todos los planetas
de todos los universos.
Y gracias por el amor
que nos has enseñado.
Gracias Señor,
suspiro del cosmos,
por la transida noche
aunque traiga desmanes y artilugios.
Gracias por borrar el cerro hasta el amanecer
para que tengamos añoranzas
y por llenarnos de sabores que cantan
la breve estancia del cuerpo en su niñez.
Gracias Señor por dejarnos la intensidad del recuerdo
al arrancarnos cada paraíso.
Gracias por enseñarle amor
a seres desesperados tan distintos
que te dibujan con sus sombras de feroz melancolía
buscando la reconciliación
como si no sintieran este miedo.
DE CARRETERAS LEGENDARIAS
El hombre habita por amor despojos nobles
tales como el idioma, la madre, la música y el sexo
en las carreteras nada nos pertenece
Quienes no conocen aquella carretera
cruelmente adornada por las vendedoras
de panelas de San Joaquín
deben saber que la forma rectangular envuelta en papel
se bate como señalero anidando aviones
¿hacia dónde desearían volar esas mujeres?
y es un bizcocho
que se compra para recordar que hemos pasado por ahí
No se sabe si San Joaquín fue santo
pero nació cien años antes de Cristo
y es el papá de la virgen María
hay tantos pueblos llamados como él
que si no era santo ahora tendrá que serlo
En estos días amanecí soñando con esas vendedoras
que abanican los vapores de la gasolina
y al despertar vi a mi esposa leyendo y dormitando
el libro se balanceaba a punto de caer y ella lo sostenía
volvía a leer y el libro descendía al igual que los párpados
Homero como panela de San Joaquín es un descaro
Y Ulises pasaba al lado de la isla
sin intención de llevarle a Penélope
un dulce de leche, unas catalinas, un detalle
BUENO, SÍ: LA MARAVILLA
I.
Con antenas de oro el polen asustado
una flor se transforma en mariposa
para que no le quiten sus mieles hace magia
escenifica su propia libación
La elíptica forma adornada de nervios,
es una hoja que se va volando,
no me asombra entender las mariposas
he visto un camaleón
convertido en crepúsculo
Cada reino demuestra
la maravilla que posee
nosotros cargamos el mundo en la cabeza
y cuando lo sacamos todo lo real se altera
La maravilla nuestra es el lenguaje
decimos luz como decimos niebla
decimos agua
aire, sonido y sed, como rezando arroyos
decimos universo
y después abordamos el amor
la más hermosa y temible manera de acercarnos
a otra persona
y de distanciarnos de nosotros
que por dentro somos un caos iluminado
de imaginación y remembranzas
El amor es la gran posesión que el lenguaje enfatiza
pero le exigimos una maravilla que no podemos definir
cada ser humano contiene
su propia equivocación idolatrada
II.
Ni con los cinco sentidos alertas
invocamos un amor de hermoso tonelaje
Leonardo Da Vinci aseguraba
que los cinco sentidos componían
la facultad de juzgar
Los cinco sentidos se unieron
para obtener el sentido común
y el lenguaje contó todo lo que abarcaron
y lo que jamás abarcarían
En el Liber viginti quattuor philosophorum
uno de los veinte y cuatro sabios reunidos
regó para siempre este pensamiento
que muchos han acariciado:
Dios es una esfera infinita
cuyo centro se halla en todas partes
y su circunferencia en ninguna.
Haber llegado a esa conclusión y comentarla
¿no es un milagro del lenguaje?
espero que no entiendas lo que pienso
espero que lo sientas
no mañana, no pasado mañana:
el silencio y la palabra son una moneda
que circula en todas las dimensiones.
III.
En cada silencio viven frases
hay colmenas del alma en lo hondo inaudible
nadie puede callarse totalmente
conversamos dormidos
con voces que revientan en la madrugada
como frutas enfermas
pidiendo ayuda, quejándose de amor
porque adentro del sueño todo huye
Puedo ascender hacia el silencio
puedo interpretar el estrépito que devora la estatua
y comprender la función de la muerte
Puedo desconectar de la permanente carne
el espectro del miedo
hasta que diga la verdad
puedo encontrarme musicalmente triste
alegremente inválido
inferiormente enorme
y seguir siendo el mismo
-Las piezas Oraciones, De carreteras legendarias, y Bueno,sí; la maravilla, pertenecen al poemario Los espacios del adiós y otros poemas.
PARA LA HORA DE REHACER
Tienes que levantar tu casa con huesos de vorágine
esa es la materia prima que han dejado
aunque también podrás reconstruir apelando a las voces
que cantaron, rezaron, describieron
Alójate en gramática
para que retoñen los mejores designios de la escuela
primaria
debemos reponer la luz que nos rodeaba
crear nuevas relaciones de dolor y anestesia
que la sed tenga instintos para fundar el agua
Estaba meditando pareceres
calles del corazón que alguien debía barrer
pensando en cómo hacer para que llueva
se vuelven cáscaras los pequeños insectos que lo invaden
en sus períodos de trasto roto, órgano de querer desafinado
Rumiaba recostado en la pared del corazón
viendo pasar las exageraciones de uso irrepetible
y hubo una imagen del amor cuando estuvo en mi mano
¿te has percatado que el amor era fresco, irresponsable y tierno,
cosa impulsiva de ángeles?
cuerpo virgen en cuarto de oscuridades viejas
Tienes que levantar tu casa con huesos de suspiros
entendiendo los gustos de miedo originario
que dejan los deseos primerizos
No importa en qué consiste
hazlo barro, hazlo viga
hasta que rehagas el íntimo país
Está bien todo, digo alucinado, para no desplumar
mi poca fe
el caso es que no puedo amanecer
en el amanecer,
no me deja escapar el crucigrama
no puedo salir del corazón
voy más adentro, hacia turbios pasillos, sus sótanos adrede
no encuentro la puerta de la aurora
ni siquiera hay un pálpito
Jesús se ponía de mal carácter cuando dudaban de sus poderes
los demonios se acercaban disfrazados de cerdos
porque no aguantaban la curiosidad y las ganas de rascarse
contra sus piernas sudorosas
después salían despavoridos
LA VAGANCIA DE ESTAR SOÑANDO
Muéstrame dónde vivías,
le ruego, le suplico, le solicito en sueños
y él ni siquiera parece descubrirme
igual que si una tarde oyeras a alguien aporreando un metal
sin interesarte lo que está por suceder
¿latonería y pintura? ¿espadas? ¿campanadas?
a veces mi voz es como una sombra en la garganta
he estado tan pendiente de elucubrar
las palabras tejidas como suéter para no morirme de frío
de la tejedora amada en mis delirios y en mis momentos de alcurnia dolida
ella, Wislawa Szymborska, con sus agujas de vuelo de picargo,
de Haliaeetus albicilla, de mujer sometida a esta soledad de lanas que se cruzan
un suéter partido en dos por el pecho, pero escondiendo el alma
Me ha tenido tan absorto indico:
que he olvidado otro sueño, uno emocionante en cuyas tramas
sumidas en volutas
conocí a una reina y entonces nos vimos y entonces le dije
“muéstrame a una princesa”
también he imaginado que la reina se enredó con Plotino y el muy zamarro le susurró “soy uno porque te quiero”
Nunca se sabe qué puedes conseguir en la relación con un poema
no sería extraño saborear un corazón en medio de las palabras
a una amiga le advertí por esta vía “No te retrates más. He visto en tus
ojos a unos ángeles que se asomaban”
y eso me surgió porque había estado soñando con divinidades
y luego presencié otras muy concertadas ellas en la vida real
divinidades como la ilusión de mis viejas amistades
ahora con la precipitación de los nietos
y luego una especie de canario extranjero que vino y se posó en mi
hombro y arrancó su canto en lengua
totalmente local
como si yo fuera exactamente un árbol arrasado
Muéstrame dónde vivías antes de someterte a estos trances
repito para no olvidar que había estado soñando sin
estribos
y juro que ni se dignó dirigir sus ojos hacia este lado:
el padre Adán se quedó como si no fuera con él
Con las manos heridas por las espinas de los naranjos
está llora que llora frente a la Plaza Pilsudski
que ni en sueños he visitado
y pregunto quién es esa belleza que llora sin parar
y viene la reina y me dice
Te presento a Wislawa Szymborska
Cuando estuvo a punto de ser apedreada y lapidada
pensó que era ideal tener muerte y tumba de una vez
como si fuera dos pájaros
El predicador que la salvó le enseñó la sed y el desierto
–Para la hora de rehacer y La vagancia de estar soñando pertenecen al libro Herida espaciales y mermeladas caceras

Ver el programa Citas Conscientes con ShaktiMa por Shivamerika Radio: