El 28 de abril una falla eléctrica sin precedentes apagó súbitamente toda la península Ibérica. Bastaron cinco segundos para impactar la consciencia planetaria con un recordatoria de la fragilidad de nuestro sistema de habitabilidad, al producirse fallos generalizados en servicios esenciales de transporte y telecomunicaciones. Líderes políticos e ingenieros no lograban dar sentido a lo sucedido.[1] Todas las simulaciones de fallas de una línea clave (N-1) arrojaban probabilidades muy bajas,[2] en perspectiva comparada, de situaciones como las vividas. Pero todo falló, y la sociedad se sumió en estado de desorientación y desconcierto.
Traslademos estas causas al ejercicio humano. La red eléctrica, con sus generadores y red interconectada de transmisión de energía se presta a analogías con la experiencia del alma. El alma se nutre de una fuente que irradia, perennemente, Luz y Amor. De la interconexión absoluta del universo obtiene fuerza y orientación intuitiva, y extendiéndose por los conductos y filamentos del sistema que habita, el alma puede llegar a experimentar la unicidad del manifiesto.
¿Puede haber apagones del alma? Y si, pareciese que las experiencias de desconexión son posibles. El fallo generalizado (¿tal vez previsto?) de los conductos que lleva a la experiencia límite de la desconexión de la Fuente. De un aislamiento.
Habrá quién lo asuma con el pánico de aquellos que vieron en el apagón reciente el advenimiento del derrumbe civilizatorio,[3] la complacencia de quiénes vieron en el suceso el momento de sentarse en el bar a ver Roma arder,[4] por así decirlo, o la auto-centrada actitud del ciudadano varado en una estación que reclamaba: cuando menos podría haber una silla. A primera vista, pareciesen todas estas la postura de quién no tiene, o no sabe cómo echar mano, de los recursos internos para orientarse y asumir actitud cuándo el sostén externo es retirado y quedamos enfrentados a hacer inventario de lo que sabía o neciamente hemos acumulado como acervo existencial y fuerza interna.
Cuando del alma se trata, la desconexión, probablemente tan solo percibida que no real, parece ser paso previsto en los senderos del alma. Antes del despertar, como parte del gran guion evolutivo en el que hemos pedido inclusión. Después del despertar, como escalón evolutivo durante los tránsitos de ascensión en la noche oscura del alma.
Allí, en esos predios místicos, cada alma se fuerza al escenario de hacer crudo inventario de lo que Es y lo que ha alcanzado en Sí. Poniéndose en situación de forzada auto referenciación, se prueba para identificar lo que ha recorrido y lo que ha podido hacer. Parece un momento culmen donde el nodo en la cadena de transmisión se pregunta si, a imagen y semejanza del nodo central, puede también ser Fuente, ser generador. Pudiese ser el apagón que se previó para servir de chispa de ignición de la Fábrica de Luz que todos podemos ser. Apagones que capaces de revelar lo que ya habita.
Fuentes consultadas
[1]ttps://es.wikipedia.org/wiki/Apag%C3%B3n_en_la_pen%C3%ADnsula_ib%C3%A9rica_de_2025?utm_source=chatgpt.com
2 “The grid is designed to handle an N-1 event (one component outage).” https://www.linkedin.com/pulse/technical-analysis-spains-power-grid-april-28-2025-outage-james-cupps-palff
3 https://elpais.com/espana/catalunya/2025-05-03/el-apagon-confirmo-nuestra-filosofia-de-vida-llevamos-anos-preparados-notas-de-una-impostora-entre-preppers.html
4 https://elpais.com/videos/2025-04-29/terrazas-llenas-en-madrid-mientras-la-cerveza-siga-saliendo-fria.html?autoplay=1
En Chile también vivimos unos meses antes un apagón de casi el 100% del país y efectivamente en ese momento uno piensa, que nada está preparado para que falle ésto que damos por hecho siempre. Te quedas en un estado de vulnerabilidad que recién conoces y sin mucho más que hacer….
La energía interna en cada ser es lo único verdadero y cierto que solo podemos conocer cuando por pequeña o grande que sea la luz que procede del amor llega hasta el infinito donde se amplia inconmesirablemente.gracias gracias por todo.
muy interesante ese concepto de interdependencia en la filosofía induista y en el Budismo