Manuela Sáenz manifestó, desde muy temprano, su espíritu rebelde. Y lo hizo pese a las dificultades de la época, no solo por la ruptura que se venía dando en los estamentos sociales y políticos en todo el continente que desde sus 14 años activaron en ella, a lo interno su convicción de libertad. También podríamos referirnos a los códigos de su educación familiar y la que recibió en el Convento de Santa Catalina hasta los 17 años [i]. Logró participar en acciones independentistas hasta llegar a ser una heroína, guerrera y estratega de la libertad latinoamericana.
Navegó en las profundidades de una conciencia que expreso visión de integridad, liderazgo y convicción de libertad en un contexto histórico, social y político no permitido para las mujeres.
“Creció viendo luchar a sus parientes
por causas opuestas. Presenció en su infancia
la ejecución de muchos patriotas.”
Fue fruto de una relación adúltera, rodeada de la aristocracia colonial. Desde muy niña, a los 11 años, su educación se encomendada a las monjas. Fue objeto de duros juicios y señalamientos por su condición de bastarda, pero esa situación no resto su capacidad de activar amor y perdón.
Manuela, creció viendo luchar a sus parientes por causas opuestas. Presenció en su infancia la ejecución de muchos patriotas. Tales acontecimientos fueron desarrollando en ella sentimientos que la impulsaron a tomar posiciones muy radicales, unido a un anhelo de independencia, que fue activando una fuerza interna que la haría transitar caminos de acciones plenas en conciencia de pertenencia y de libertad.[ii]
Tuvo que enfrentarse a una sociedad quiteña que no reparó en resaltar sus faltas por romper las reglas de la época, pero eso no opacó sus cualidades morales ni su talento.
En el espacio todo, en el que Manuela habitaba con lo creado (aquí nos referimos a su espacio geográfico y su tiempo histórico) demostró ser una mujer de amplios horizontes por encima de las convenciones sociales. Creció en una hacienda, en contacto con la naturaleza, donde aprendió a montar a caballo a horcajadas para escándalo de la servidumbre. Manifestaba en todas sus acciones el sentido de la libertad, el placer por la aventura, el riesgo, y la sensualidad.[iii]
“Para Manuela, vivir en ejercicio de libertad
representaba un costo, el cual equilibró imponiendo
su gran personalidad y código interno.”
Para una mujer vivir en ejercicio de libertad representaba un costo, el cual equilibró imponiendo no solo su gran personalidad, sino un código interno que no estuvo dispuesta a negociar con los chantajes sociales, políticos y personales de su entorno. Disponía de un verbo convincente.
Libró batallas importantes que sellaron libertad, pero es muy posible que allí también liberara grandes e inmensurables batallas internas, incluso a costa de su propia vida (cuando organizaba las tropas, rescatando y atendiendo a los soldados heridos, batiéndose a fuego limpio con las tropas enemigas) para ofrendarse en el desprendimiento sin esperar nada a cambio.
Despojada de egoísmos, miedos hipocresías, falsedades e impregnada de un entendimiento que casi nadie comprendía, pero que utilizaban para juzgarla. “Yo puedo proclamar y reclamar para mi pequeña e inadvertida gloria, el orgullo de haber sido libre, tanto en la vida como en el amor”. [iv]
Logró romper con las estrictas normas vigentes de su época, vistió uniforme militar, aprendió a usar armas, desarrolló tácticas de espionaje para ayudar a los planes independentistas»[v]. Fue una mujer que luchó por sostener su pronunciamiento interno, con la convicción de la resonancia de seguir un ideal, y no a un hombre, como han querido mostrar en la historia.
Fuentes consultadas i https://www.buscabiografias.com/biografia/verDetalle/11047/Manuela%20Saenz ii https://cvc.cervantes.es/literatura/mujer_independencias/trivino01.htm iii https://cvc.cervantes.es/literatura/mujer_independencias/trivino01.htm iv Víctor Paz Otero. “La Otra Agonía”. Pág. 70-7 v Londoño Jenny, “Participación de las mujeres en la colonia, Independencia y Revolución.
Mujer adelantada para su época, en donde las mujeres era señaladas por la hipocrecia de una supuesta moral.
Es un ícono , una referencia de mujer luchadora y de pujanza para lograr sus objetivos
Manuelita, mujer Quiteña, adelantada para su época. Ejemplo para todas Mujer luchadora y temeraria.