La meditación es un acto de exploración al cual estamos tan poco habituados, que, cuando nos acercamos por primera vez a ello, es normal sentir inhibición o incertidumbre del cómo se debe realizar. Se trata de dejar de usar los sentidos hacia afuera, dejar de operar en más de 20 Hz de actividad mental, que sería estar en un estado de estrés o ansiedad, e incluso por encima de los 14 Hz que sería estar en un estado de vigilia. La intención es permitir llevar nuestra actividad mental entre 4 y 8 Hz, operar desde estados de calma y reflexión profunda, donde puede surgir otra forma de pensar y de percibir la realidad.
Alcanzar esos estados mentales de serenidad son tan poco comunes, más cuando el propósito es el autoconocimiento, que el acto de intentar generarlos pueden producir incomodidad.
¿Qué significa eso de llevar los sentidos hacia adentro? ¿Qué debería sentir, o qué debería pasar? ¿Cuál es el verdadero fin de meditar? Estas y muchas otras preguntas nos abordan en el mismo momento de la práctica, y pueden ser ellas mismas a través de la elucubración mental las que nos impiden sentir, experimentar un estado de contacto interno con nosotros mismos, el cual sería propósito de la meditación.
La Madre Shaktiananda enseña que «Meditar es un acto de libertad». ¿Liberarnos de qué? En principio de nosotros mismos, de nuestros apegos sensoriales, de nuestros pensamientos intrusivos, de nuestra falsa percepción del yo, de nuestras emociones fluctuantes.
Acercarse al acto de meditación requiere de una apertura muy grande de sí mismo, y de una genuina intensión de autoconocimiento con el propósito de ir descubriendo la verdadera naturaleza de nuestro Ser.
Meditar también requiere de una preparación previa que genere el ambiente tanto externo como interno para poder propiciar el estado ideal para poder calmar la mente. En principio se recomienda meditar siempre en el mismo lugar, a la misma hora, para generar gradualmente en el cerebro el cambio de sinapsis neuronal que lo lleve a los estados de introspección deseados. El espacio debe ser en lo posible silencioso, y alejado de distractores externos. Prender una vela y un incienso también son necesarios para generar el ambiente adecuado.
En cuanto a la preparación interna, el óctuple sendero de Patanjali explica los pasos previos para poder alcanzar un estado de introspección. En principio están Yama y Niyama, las acciones éticas a cultivar y las acciones inapropiadas que se deben evitar. Tener una mente pura en conciencia debe ser uno de los propósitos constantes de un meditador, o sino las propias preocupaciones y la culpa se encargarán de sabotear el proceso de meditación.
En tercer lugar, está Asana, alcanzar el control del cuerpo. La quietud física es indispensable para poder meditar. También es muy importante tener la postura correcta, en especial tener la columna vertical erguida y preferiblemente sentados en el suelo.
En cuarto lugar, está Pranayama, el control de la respiración, la modulación de las corrientes internas. Este es un paso fundamental como práctica previa a una meditación, que facilitará notoriamente la meditación en sí. El control de la respiración es el fundamento para el control de la mente.
Finalmente, el quinto paso es Pratyahara, contacto interno, aquí se empiezan a llevar los sentidos hacia adentro.
Lo que tendemos a llamar como meditación es este estado de introspección interna, pero en realidad este no es el estado real de meditación. En el óctuple sendero de Patanjali la meditación se alcanza en dos etapas posteriores. Primero se alcanza Dharana que sería concentración, poder mantener la atención de la mente en un solo objeto a la vez. Luego de Dharana se puede alcanzar el verdadero estado de Dhyana o meditación, también conocido como contemplación, un estado ininterrumpido de concentración.
Este estado de Dhyana es un estado de conciencia muy elevado que, sólo los seres con un desenvolvimiento espiritual muy avanzado logran alcanzar, pero es realmente lo que se considera como meditación. Todas las etapas anteriores desde Pratyahara aunque lo tendemos a llamar meditación, realmente es el proceso hacia alcanzar un verdadero estado de Dhyana.
Meditar te brinda la información más precisa de ti mismo, es el acto de liberación más elevado y el mayor acto de amor que nos podemos regalar, pero a la vez requiere de mucha constancia, disciplina y valentía para poder hacer de esta práctica una verdadera herramienta de autoconocimiento y transformación.
Referencias: http://www.ub.edu/pa1/node/130#:~:text=Ondas%20Beta,Denotan%20una%20actividad%20mental%20intensa.Get to Know the 8 Limbs of Yogahttps://shaktianandama.com/2019/05/22/meditar-es-un-acto-de-libertad/ https://escuelavaloresdivinos.org/ensenanza-sky/areas-de-sabiduria-sky
Qué buena síntesis. Muchas gracias.
¡Gracias por la claridad y hermosa simplicidad con la que transmites la grandeza de esta práctica!
Muchas gracias por tan importante información, en hora buena, justo en este momento me disponía a meditar, así que, atenderé las sugerencias y les seguiré día tras día. Gracias muchas muchas gracias. Namaste ????????????