Gilberto Alejandro Durán Díaz, acordeonista, compositor y cantante colombiano, nació el 9 de febrero de 1919 en El Paso, César, descendiente de músicos. El Paso es una localidad rural de ganaderos, agricultores y tamboreros.
Alejo empezó trabajando como ayudante en algunas fincas del departamento Magdalena Grande, donde tuvo oportunidad de escuchar el canto de los vaqueros y canciones rústicas que lo enamoraron. A los 24 años desempolvó un acordeón guardado en casa, el cual aprendió a tocar al igual que la caja, la violina y la guacharaca. Más tarde perfeccionó la ejecución del acordeón con “El negro Mendo” y Víctor Julio Silva.
Junto a sus hermanos constituyó El Conjunto de los Tres Duranes, que amenizaba todo tipo de fiestas en la región y que en 1961 graba el primer álbum “La ola del vallenato”. Su primer éxito fue el son “Las cocas” y ya, para la época, gozaba del apodo “El Rey Negro del Acordeón”.
En 1968 participó en el Primer Festival de la Leyenda Vallenata con cuatro piezas, ganó la competencia y el título del primer Rey Vallenato, consolidando su nombre y su popularidad. 19 años más tarde se presentó en el Primer Festival Rey de Reyes, cuando se le daba por ganador, se equivocó durante la ejecución de “Mi pedazo de acordeón”, se detuvo y dijo: “Pueblo: me he acabado de descalificar yo mismo”. No obstante, debido a la tozudez del público, el jurado terminó exhortándolo a completar su actuación, aunque no ganara el concurso.
Su discografía alcanza 40 álbumes grabados con varios sellos, sus éxitos son numerosos y la introducción de expresiones como ¡oa!, ¡hombe!, ¡sabroooso! y ¡aaay! le hicieron aún más popular.
Falleció el 15 de noviembre de 1989 en Montería.