“Desde el carro dorado de Arjuna, con los famosos caballos blancos enjaezados, Sri Krishna hizo resonar las notas puras de su Panchajanya; y a continuación sonaron las notas de la Devadatta, la caracola de Arjuna. Bhima cogió su Paundra y la hizo sonar, y Yudhisthira a continuación sopló su Anantavijaya. Nakula apoyó en sus labios su caracola Sughosha y después de ella se oyó la Manipushpaka de Shadeva. Luego les siguieron todos los demás haciendo sonar sus caracolas una tras otra: el rey de Kasi, Sikhandi, Satyaki, Dhrishtadyumna, Virata, Drupada, los hijos de Draupadi, y Abhimanyu. El sonido que provocaban las caracolas sonando todas juntas al mismo tiempo era formidable. Hasta los mismos cielos retumbaron con aquella estridente vibración.”
Mahabharata
Nicolás Lukin / SKY Venezuela
La escena citada es el majestuoso preámbulo sonoro del Bhagavad Gita. Es el momento donde Krishna le revelará a Arjuna un excepcional tratado acerca del Dharma y además su verdadera forma. Allí, en el campo de Kurukshetra, en medio de ambos ejércitos, justo antes de comenzar la guerra entre Pandavas y Kauravas.
Siendo la caracola una representación de la proporción áurea representada en la secuencia de Fibonacci, es uno de los símbolos de Vishnu, preservador del Universo creado. La espiral perfecta que denota la dinámica de los 5 elementos. Desde las galaxias hasta el átomo, todo gira, en espiral y en perfecto balance. El aire que con fuerza es soplado a través de la espiral de la caracola emite el sonido primordial de la creación. La sagrada sílaba OM. Cada una con su tono característico, así como la voz humana es igualmente capaz de entonarla.
Entre los diversos elementos y seres que surgieron del batir del océano de leche, uno de ellos fue la caracola Panchajanya. Que terminó por ser el habitáculo de la Madre y Diosa Lakshmi. Por ello es también símbolo de prosperidad, tanto espiritual como material.
Según el Brahma Vaivarta Purana, las conchas marinas fueron creadas cuando el Señor Shiva incineró a unos Asuras con su tridente y sus cenizas se precipitaron al mar. Reposaron en el fondo del océano y con el paso del tiempo, se reconfiguraron en lo que hoy conocemos como la especie Turbinella pyrum. Esta es el caparazón que sirve de morada a un gusano marino que aporta equilibrio al ecosistema marino, ya que es el encargado de limpiar los arrecifes de cualquier organismo que pudiera alterar su perfecto balance.
Igualmente, en Ayurveda se utiliza un compuesto llamado Shankha Bhasma, que consiste en sumergir las caracolas en jugo puro de limón. Esto se realiza 12 veces, hasta que el ácido del limón disuelve la dureza de la caracola, volviéndola porosa. Una vez logrado este efecto, se calcinan y pulverizan. Se logra un polvo fino blanco que se disuelve en un poco de agua, aloe vera y miel. Se administra al paciente con desequilibrios estomacales como acidez, reflujo y úlceras.
La ceniza de caracola es muy rica en calcio, magnesio, fósforo y hierro. Cumple igualmente el propósito de proveer al cuerpo de dichos minerales esenciales. Por la naturaleza alcalina que contienen, devuelven el balance del pH del sistema de la persona que las ingiere. Dato curioso, por más que se incineren, las caracolas nunca pierden su color blanco. Son un portentoso símbolo de inmortalidad.
Existen dos tipos principales de Shankhas. Y la diferencia radica en la dirección de sus espirales.
Dakshinavarti: en la cual el giro de la espiral es hacia la derecha. Este tipo de Shankha es la que se asocia con la Madre Lakshmi, consorte de Vishnu. Simboliza la prosperidad, preservación y balance del Universo. Se considera muy auspiciosa, ya que otorga riqueza, suerte y avance espiritual.
Vamavarti: en ella la espiral gira en el sentido contrario de las agujas del reloj. Lo cual indica el retorno. Está asociada a Shiva y la sostiene la Madre Durga en una de sus manos. El sonido de esta caracola dispersa las energías negativas, ahuyenta los espíritus malignos y despierta a los seres dormidos para que emprendan su retorno a la unidad. Es un tronador llamado que resuena en los tres mundos y anuncia la destrucción de la creación.
El sonido de las caracolas es, sin duda, de los más antiguos y universales. Shankha es considerada la deidad de todos los instrumentos musicales. Y las distintas civilizaciones se han servido de ellas para consagrar sus rituales y ceremonias espirituales. El OM es el único sonido capaz de viajar interdimensionalmente, alineando todos nuestros cuerpos y reconectándolos con el Inmanifiesto.
Nicolás Lukin.
Fuentes Consultadas:
cómo me gustaría escuchar todas las caracolas juntas
si, todás
cómo me gustaría escuchar todas las caracolas juntas
👍🙏
Cuando era niña, le dije a mi mamá que me comprara una caracola que vi en un puesto de artesanías muy cerca de la playa, nunca pude sacarle sonido pero me encantaba escuchar el ruido del mar que salía de ella. 🐚🫶🏻