Teodosio I, también conocido como Teodosio el Grande, fue un emperador romano que nació en la Hispania Citerior, el 11 de enero del año 347.
En el año 376, cuando su padre fue ejecutado, Teodosio fue nombrado magister militum para dirigir la lucha contra los godos. Seguidamente, en el 379, es nombrado Augusto y empieza a gobernar la parte oriental del imperio, donde comienza la batalla en contra de los visigodos, con quienes termina firmando un tratado en el que permanecieron aliados como estado federado dentro de Roma.
Por otro lado, Teodosio fue clave para establecer lo que se conoció como el credo niceno, establecido décadas antes por Constantino, en el edicto de Tesalónica que instituyó el cristianismo como religión oficial del Imperio Romano, etapas importantes que impulsaron la expansión posterior de la fe cristiana. Teodosio, junto con Graciano y Valentiniano, estableció la divinidad única expresada en la igual majestad de la Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Estableció también que quienes apoyaran estas resoluciones fuesen llamados cristianos católicos y el resto fuesen considerados “dementes y locos sobre los que pesará la infamia de la herejía”. Su dureza, influenciada por San Ambrosio, obispo de Milán, lo llevó incluso a establecer la pena de muerte a quienes practicaran otro tipo de rituales dentro de lo que consideraba el paganismo.
Su muerte fue causada por un edema vascular, el 17 de enero de 395. El mismo Ambrosio organizó su entierro. Sus restos fueron trasladados y permanecen en Constantinopla, y desde ese momento es considerado como santo, por la iglesia ortodoxa.