Fue un teólogo y filósofo católico que perteneció a la Orden de Predicadores, que nació en el castillo Roccasecca, Italia, en enero del año 1225. Su festividad se celebra el 28 de enero.
Era el hijo de los condes de Aquino. Su educación temprana fue recibida en la abadía de Montecasino (Italia) y su educación superior la realizó en la universidad, en Nápoles. Allí despertó su vocación a la vida apostólica, lo que lo llevó a entrar a la Orden de los Predicadores. Paralelamente, estudia de forma profunda las obras de Aristóteles y se sumerge en la teología.
Santo Tomás es considerado un modelo para los hombres intelectuales que ensalzan los modelos racionales, en función de determinar la espiritualidad. Propone una nueva teoría a través de las cinco argumentaciones que prueban, según su escrito Quinque viae contenido en su obra la Suma Teológica, la existencia de Dios. De allí se deriva la famosa frase (ya mencionada en La Biblia y adjudicada a este teólogo) “ver para creer”.
Falleció el 7 de marzo de 1274, en la Abadía de Fossanuova, Italia.