Imre Kertész, escritor húngaro, nació el 9 de noviembre de 1929 en Budapest, en el seno de una familia judía asimilada no practicante, cuyos padres se separaron cuando él tenía 5 años. Asistió a un internado en la clase “especial” para judíos y a los 14 años fue deportado al campo de concentración de Auschwitz y luego al de Buchenwald, donde sobrevivió hasta la liberación en 1945.
De regreso a Hungría trabajó como periodista en el diario Világosság hasta que llegó el comunismo y fue despedido. No se doblegó y se dedicó a las traducciones para poder subsistir, especializándose en autores alemanes como Nietzsche, Freud, Schnitzler y Wittgenstein, entre otros, labor que fue muy apreciada.
Su obra cumbre, “Sorstalanság” (Sin destino) (1975) es una novela semiautobiográfica que muestra a un adolescente en un campo de concentración, cuya perspectiva ante el horror fue asumir que estaba en Alemania obligado a aprender el idioma para poder trabajar. Es para muchos la mejor obra sobre el Holocausto.
“Fiasco” (1988) y “Kaddish para un niño no nacido” (1990) completan la trilogía de reflexiones acerca de este oscuro evento histórico que, para Kertész, significó el desplome de los valores que sostuvieron la civilización europea durante siglos. Otras obras son “La bandera inglesa” (cuentos, 1991), “Diario de galera” (diario ficticio, 1992) y ensayos y conferencias como “La lengua exiliada” (2001) y “Dossier K” (2006).
Autor marginado en Hungría, reconocido por editores alemanes y lectores europeos y traducido a 10 idiomas, es el primer húngaro en recibir el Premio Nobel de Literatura (2002) “por una obra que conserva la frágil experiencia del individuo frente a la bárbara arbitrariedad de la historia”. Su novela “Sin destino” fue llevada al cine.
Miembro de dos academias alemanas, falleció el 31 de marzo de 2016 en Budapest.