Noemí Gerstein, escultora argentina, nació el 10 de noviembre de 1908 en Buenos Aires. Fue curiosa, amó la escultura y la ciencia. Se formó como profesora de ciencias y comenzó a instruirse en el arte escultórico en el Club Argentino de Mujeres. Amplió sus estudios artísticos con Alfredo Bigatti (1934) y comenzó a participar en distintos salones, ganando premios. En 1948 realizó su primera exhibición individual.
Estudió litografía en la Academia de Bellas Artes de París, profundizó sobre escultura con el bielorruso Zadkine en la Academia de la Grande Chaumiére, quien fue de gran influencia en su futura producción al hacerle comprender que “todo sirve para hacer escultura”, y asistió también a la Escuela Nacional de Arte.
Inició la etapa abstracta dejando atrás la obra figurativa. Realizó investigaciones sobre diversos temas como los materiales y sus problemas formales, la literatura, el cosmos y sus descubrimientos. Trabajó con piedra, alabastro, mármol y cemento, con metales como bronce, hierro y latón, y con materiales industriales.
Sustituyó la fundición por la soldadura, convirtiéndose en una especie de artista obrera, de tal manera que no modificaba los materiales, utilizándolos tal como se presentaban y desarrollando la creación a partir de sus propias características.
Exhibió en exposiciones nacionales e internacionales, participó en la Bienal de Venecia en 1956, 1962 y 1964, en el MoMa de Nueva York (1967), en la Bienal Escultura al Aire Libre (Amberes, 1970) y en numerosos museos en Inglaterra, Francia, Alemania e Israel.
En 1975 se convierte en la primera mujer en incorporarse como miembro de número a la Academia Nacional de Bellas Artes. Fue distinguida con numerosos galardones como los premios del Instituto Di Tella, del Fondo Nacional de las Artes y el Konex de Platino en Artes Visuales, entre otros.
Falleció el 14 de junio de 1996 en Buenos Aires.