Fue un novelista, ensayista, dramaturgo, guionista y crítico japonés, cuyo nombre real era Kimitake Hiraoka. Nació en Tokio el 14 de enero de 1925 y fue separado de sus padres para vivir con su abuela, Natsu, descendiente de samuráis. Ella trató de que tuviera una vida elitista a pesar de que ambos no provenían de familias adineradas.
Mishima también estudió en la universidad de su ciudad natal y allí se graduó en Derecho en 1947. Ya había publicado su primer libro, un volumen de cuentos. Poco después de su publicación, fue llamado a las filas de la Armada de Japón, durante la Segunda Guerra Mundial, pero le diagnosticaron tuberculosis y lo incapacitaron para esa tarea. Luego trabajó como funcionario en el Ministerio de Finanzas de su país, pero terminó agotado de dicho cargo. A pesar del desacuerdo de su familia, Mishima escribía en secreto, ya que se le prohibía. Escribía desde los 12 años y sus primeras lecturas fueron de Oscar Wilde, Rainer María Rilke y los clásicos japoneses.
Su primera novela fue Ladrones, publicada en 1946, que le llevó a ser considerado de la segunda generación de los escritores de posguerra. Su segunda novela fue Confesiones de una máscara, considerada una obra con rasgos autobiográficos, que le permitió, dada la aceptación que tuvo, vivir de la escritura y la literatura. Desarrolló, entonces, muchísimos trabajos de poesía, ensayos y obras teatrales.
Luego de alistarse en las Fuerzas de Autodefensa de Japón y preparar durante unos cuatro años de forma meticulosa su muerte, el 25 de noviembre de 1970 realizó seppuku, o mejor conocido como harakiri, el ritual de suicidio japonés que consiste en desgarrar las entrañas.