Jan Amos Komenský (Comenius), teólogo, filósofo y pedagogo checo, nació el 28 de marzo de 1592 en Nivnice, Moravia, como el lugar más probable. Hijo de padres protestantes, quedó huérfano a los 10 años y a cargo de una tía. Estudió en las universidades de Herborn y Heidelberg, y vivió una época de conflictos (Guerra de los 30 años, católicos vs. protestantes), y de persecución religiosa.
Expulsado de su tierra, vivió en Polonia con la Unión de Hermanos Moravos, luego en Suecia donde la Reina Cristina fue su discípula y comenzó la reforma educativa de la población. Fue cálidamente recibido en Inglaterra, pero la guerra civil estalló y Comenio regresó a Suecia. Allí realizó el encuentro de Torun (1645) para la unión de los hombres, sin resultados positivos. De nuevo habitó en Polonia, luego en Hungría, estableciéndose finalmente en Holanda.
Fue crítico con los métodos escolásticos existentes (memorización, uso de la violencia y el castigo), y el relegado de la lectura, la escritura y las matemáticas, por debajo de la religión. Su obra cumbre, “Didactica Magna” (1632), tuvo gran difusión en Europa y le dio fama de pedagogo y humanista. Consideró los alumnos como el centro de la enseñanza y formuló el programa “pansofía”, una educación universal sin distinción de géneros: la enseñanza debe ser gradual e ir de lo elemental a lo complejo, el aprendizaje debe ser práctico, agradable y alegre, y debe considerar a la persona como una totalidad, cultivando la mente, la moral y el espíritu. Pensaba que la educación universal era la vía para unir a la humanidad. Su libro “Orbis Sensualium Pictus” (1654) se considera el primer texto escolar ilustrado.
Publicó más de 40 obras y gracias a su alcance y a su perseverancia, se le reconoció como Maestro de Naciones.
Falleció el 15 de noviembre de 1670 en Ámsterdam.