En el mundo espiritual encontramos a personas desesperadas por subir a los universos superiores de conciencia, sin embargo, sería bueno preguntarnos ¿desde dónde queremos alcanzar estos estados de realización espiritual? ¿Desde dónde queremos ser buenos seres humanos? ¿Desde el sollozo del ego o desde el preámbulo de un despertar?
Son muchos los que ingresan en la espiritualidad con la buena fe de huir de las cuestiones materiales, pero olvidamos que somos un alma dentro de un cuerpo físico. El secreto está en comprender que toda la materia de nuestro cuerpo está diseñada para la revelación de los niveles más elevados del Alma. (1)
¿Cómo podemos convertirnos en nuestra mejor versión de Alma? ¿Cómo podemos acceder a este estado de consciencia elevado, donde la luz que nos habita espera ser llamada para acudir y establecerse en el espacio del Ser?
Existe una tendencia a trivializar esa conducta que busca alcanzar un estado supremo y creer que la mejor versión está solo en buenas acciones. Mientras más busquemos satisfacer este anhelo desde lo externo, más difícil se nos hará encontrar ese estado de supra conciencia y unión con el Ser.
Hay versiones enmascaradas, con un nivel primario de conocimiento y actuación, que se conforman con una visión espiritualizada y limitada de la vida. Trascender la denominada mejor versión es asumir una conciencia de transformación y experimentarla con todos los propósitos afines que esa versión conlleva. Cabe recalcar que eso es un camino de valientes, como ha señalado la Madre Shaktiananda.
En la vida espiritual uno llega a ser semejante a un niño pequeño, carente de todo resentimiento y de todo apego, lleno de vida y de gozo, permaneciendo interiormente sereno y receptivo a la Divina Voz (2).
Existen muchos registros de seres elevados, quienes, en el innegable valor de la práctica y experimentación propia, han ofrecido en diferentes momentos desde distintas religiones o senderos espirituales, la revelación de un ser humano en contacto con estados de conciencia superior, elevada, desde donde la vivencia del mundo se transforma en una experiencia espiritual de aceptación y belleza, más allá de las formas conocidas.
El Maestro Paramahansa Yogananda decía a sus discípulos: “Contempla el altar de Dios en las estrellas, bajo la tierra y más allá del palpitar de tus sentimientos, Él se encuentra oculto allí, en todo lo existente. Si sigues el sendero con constancia y meditas regularmente, verás al Señor vestido de una dorada túnica de luz, que se derrama a través de la eternidad y sentirás su gozosa presencia en el fondo de cada pensamiento (…) Entonces te es posible afirmar como los hiciera Jesús y todos los grandes maestros: Yo y mi Padre somos uno”. (2).
Feliz y bendecido encuentro con nuestra mejor versión.
Fuentes:
“Bajar a la realidad de la materia “Psicología y cabala.com.
Máximas de Paramahansa Yogananda.
Gracias Fabi 🙏🙏🙏
Mas allá de las ideas del deber ser, esta el auténtico ser. Los pensamientos arrojan luz! Gracias
Hermosas reflexiones
Excelente
Agradecimientos por su información.
Hay muchos en el camino de una Espiritualidad falsa, que no es otra cosa que una exaltación del Ego.