Entre el 18 y el 19 de noviembre tendremos un eclipse como no se ha visto en los últimos 580 años. Será un eclipse casi total de Luna visible en Europa Occidental, Asia Oriental, América del Norte y del Sur y Australia. Según el observatorio Holcomb de la Universidad de Butler, Indiana, EE.UU, la sombra de la Tierra llegará a cubrir el 97% de la Luna. Su duración será de 3 horas, 28 minutos y 23 segundos, lo que lo hace el más largo en los últimos 6 siglos.
Las primeras etapas del eclipse comenzarán con la salida de la Luna sobre el Este de Asia, Australia y Nueva Zelanda, y las últimas fases durante el poniente lunar en Sur América y Europa Occidental. La Luna se encontrará a la mayor distancia en su órbita alrededor de la Tierra y se observará de un color rojizo.
“Mientras que en algunas regiones
del mundo la gente evita contemplarlos,
como en India, en la mayor parte del
planeta se lo considera un show”
Aunque los eclipses lunares son sucesos astronómicos frecuentes, de dos a siete eclipses por año, siguen ejerciendo una fascinación especial sobre los seres humanos. Sin embargo, mientras que en algunas regiones del mundo la gente evita contemplarlos, como en India, en la mayor parte del planeta se lo considera un show que no hay que dejar de ver. Tanto así que, aunque estemos en el lado iluminado del planeta, podemos observar el eclipse on line en portales como “The Virtual Telescope Project 2.0”
Se presta la ocasión para resaltar algunos aspectos sobre los eclipses. Tal vez la primera pregunta que nos surge es, ¿A qué se debe que este eclipse sea tan largo? ¿Qué hace que estos duren más o menos? Las razones de esto son más sencillas de lo que pareciera a primera vista.
Lo primero que hay que observar es que la Luna en su recorrido alrededor de la Tierra, traza una órbita elipsoidal, lo que hace que su distancia a esta varíe alcanzando máximos y mínimos. Por otro lado, la sombra que proyecta la Tierra, al interponerse entre el Sol y la Luna, tiene una forma cónica. A medida que la zona de la sombra proyectada se aleja de la Tierra, aumenta su dimensión. Por esto, cuando la Luna atraviesa el cono de sombra en la región de mayor tamaño, al estar más lejos de la Tierra, el eclipse es de mayor duración. En el caso contrario, cuando el eclipse sucede estando la Luna cerca de la Tierra, el eclipse será de menor duración.
“Adicionalmente, la curvatura de la
atmósfera desvía estos rayos de luz
rojiza hacia el área de los bordes internos
de la sombra proyectada por la Tierra…”
Otra característica llamativa de los eclipses de Luna, tal vez la más conocida, es la razón por la cual se torna rojiza. Esto se debe a que, si bien la Tierra interrumpe la llegada de los rayos del Sol a la superficie lunar, no sucede lo mismo con los rayos que atraviesan la atmósfera y continúan hacia el espacio. Al atravesarla, la atmósfera absorbe la frecuencia de luz de la gama de los azules y deja pasar la de los rojos y naranjas. Adicionalmente, la curvatura de la atmósfera desvía estos rayos de luz rojiza hacia el área de los bordes internos de la sombra proyectada por la Tierra, la penumbra, coloreando a la Luna cuando pasa por ella.
Los eclipses lunares, al igual que los solares, no son solo un show visual a nivel astronómico, cósmico, sino que también tienen repercusiones sobre los habitantes de la Tierra. Esto se puede entender en toda su importancia si lo analizamos desde el punto de vista de la energía fotónica, proveniente del Sol.
La vida de este planeta depende de la energía fotónica que recibe del Astro Rey. Así que sería difícil aceptar que la interrupción de su flujo natural, como en el caso de los eclipses solares, no tiene repercusiones. Esto es igual mente válido, considerando las diferencias, para los eclipses lunares.
En el caso que nos atañe en este momento, los lunares, debemos considerar que la cualidad de la luz reflejada por Luna proveniente del Sol, la energía fotónica, es alterada. Siendo la Luna un cuerpo celeste inerte, sin núcleo vivo, como la Tierra u otras lunas como Ganímedes en Júpiter, la luz que refleja está impregnada de su vibración. De allí la consideración de si exponerse o no directamente a las energías que llegan a la tierra en el momento que se produce de un eclipse.
Un ejemplo histórico de un eclipse Lunar, que indiscutiblemente marco la historia de la humanidad, lo tenemos en el que sucedió la noche del 22 de mayo de 1453. Ese eclipse marcó el fin de una ciudad que había resistido durante mil cien años el embate de 23 poderosos ejércitos que intentaron tomarla sin éxito. Esa noche tanto Mamet II, el agresor, como Constantino XI, el defensor, observaron un eclipse Lunar que, según una profecía, anunciaba la caída de la ciudad de Constantinopla. Siete días después, la legendaria ciudad caía en manos de los otomanos, marcando así el final del Imperio Romano de Oriente.
Para conocer más sobre la influencia de los eclipses, tanto solares como lunares, si verlos directamente o no, recomendamos la excelente conferencia dictada por el astrólogo védico Santiago Fonseca, instructor del área de Jotish del Centro Latinoamericano de Estudios Védicos de la Escuela Valores Divinos, en el siguiente enlace: https://www.youtube.com/watch?v=IKLJF71jQfw
Referencias
https://www.livescience.com/longest-partial-lunar-eclipse-november
https://youtu.be/IKLJF71jQfw
muy claro, muchas gracias !
Gracias por el tip
Excelente descripción sobre los eclipses y sus respectivas implicaciones y en los seres humanos, naturaleza y universo en general. Gracias, muchas gracias.
Que manera tan padre de explicarlos, es increíble todo lo que sucede cuando también pasan estos eventos.
Gracias muy interesante