Los gobiernos se han hecho de un vasto historial en la conquista de un sitial por las épicas capaces de estremecer a las audiencias y a las masas seguidoras. Por lo general se desempolvan muchas emociones al servicio de los discursos por la libertad y la justicia. Una expresión elocuente de tensión bélica y suspenso psicológico podemos presenciar en la película “Las horas más oscuras”, del director Joe Wright (año 2017). Sin apelar directamente a tantas imágenes de batallas, se escenifica un momento decisivo de la Segunda Guerra Mundial cuando la Gran Bretaña parecía que iba a rendirse frente a Adolfo Hitler, pero la audacia del gobierno le dio un vuelco a los acontecimientos.
Esta magnífica cinta se desarrolla en el período de la guerra, entre el 8 de mayo y el 4 de junio de 1940, y está enmarcada por dos acontecimientos efectuados en la Cámara de los Comunes de Inglaterra: el “Norway Debate” (“Debate Noruego”) y el discurso de Winston Churchill “We Shall Fight Them On The Beaches” (lucharemos en las playas). La historia inicia con la dimisión de Neville Chamberlain (Ronald Pickup) como primer ministro del Reino Unido, y el nombramiento de Churchill (representado por Gary Oldman) como su sucesor.
Por su parte, la Alemania nazi, después de conquistar buena parte de Europa, amenaza con invadir Gran Bretaña. Churchill llega al cargo “no sin escepticismo, preocupación y renuencia” y toma una postura contraria a la posibilidad de negociar la paz con Hitler, por medio de Benito Mussolini. (1)
Esta decisión está vehementemente encarnada en un acto de dialéctica política bastante exaltada de coraje en el protagonista Oldman, aquel mes de junio de 1940, unas semanas después de la toma de posesión como primer ministro. En la escena que referimos se respira drama, fanatismo y sobre todo liderazgo para llevar adelante uno de los discursos más emotivos de toda su carrera para convocar a toda la comunidad británica a preparase para enfrentar a la Alemania nazi que ya había avanzado en el continente europeo y llegado a París cuatro días antes. Las líneas más conocidas del discurso son un llamado para que, pese a la oscuridad que pudo cubrir esa época, Gran Bretaña se convirtiese en un faro para la civilización occidental y pudiese “perseverar por más de mil años”. Esta escena demuestra magistralmente la licencia para explicar cómo el primer ministro se hizo del sentir nacional para fortalecerse y mantenerse firme ante la amenaza.
El guión es toda una declaración de intenciones estratégicas. Oldman en su rol de Churchill lanza tres vectores en la última parte del discurso. Primero, anima a su pueblo para dar lo mejor de sí mismos en la lucha en todos los frentes. Segundo pide ayuda al nuevo mundo para que les salve y, por el contexto histórico, se infiere que el mensaje apuntaba hacia Estados Unidos de América. Con el tercer y último vector traza una maniobra de batalla a seguir durante la guerra, empezando por combatir en Francia, luego en el mar y en el aire, luego en las playas, después en los aeródromos, en las calles.
La proyección y expresión no es solo un discurso. La película emuló, prácticamente fiel a la historia y con gran vivacidad, la exposición de una estrategia militar dirigida a hablar frontalmente sobre el conflicto y su único objetivo: no rendirse jamás.
Referencias:Link de la escena: https://youtu.be/LU8UTYRUEM4, (1): https://es.wikipedia.org/wiki/Darkest_Hour_(pel%C3%ADcula) Fuente: https://beersandpolitics.com/analizando-discurso-we-shall-never-surrender-churchill
Un análisis que deja en claro que la cinta es una perla imperdible … Gary Oldman hace un papel soberbio!