Estos tiempos empujan, más que impulsan, atropellan, más que fluyen y desgastan, más que habilitan. Hay que contar con una entereza a toda prueba, así como una intención consciente que derive en motivación y, a su vez, en acción desde desinteresadas y consignadas formas hacia el bien del Ser, eso que algunos llaman Bien Mayor.
Éxito y fracaso
La corriente humana común fomenta la inusitada fuerza del éxito o del logro o alcance, con patrones apuntados a ideas de posicionamiento, liderazgo, productividad y más lo que, recientemente, se ha popularizado bajo el formulismo de “emprendimiento”. Formato, medio, vía expresa, así como meta y reto único y posible, para aventurarse creativamente, a cualquier autopromesa de logro. Aceptando, de pie juntillas, tal modalidad para someter a la esencia y convertirla en marca, producto, firma, forma, sello, destello de modelo exitoso.
Borrados están los umbrales entre las labores u oficios formales o informales. Ahora vale, la marca individual y potencialmente mercadeable. El “emprendedor” asume también tarea social con velado interés propio, pero con público deber colectivo. Se trata de “producirse” en el válido intento de brindarse, ofertarse, proyectarse con la aparente misión de “servir”, “ayudar”, “motivar” al otro, desde lo que cree ser.
Ahora, cualquiera de estas impostergables labores cuenta con estudios y efectivos análisis de conductas que facilitan tal despliegue. Se accede a estos comportamientos individuales y colectivos para determinar los que sean susceptibles a los objetivos trazados. Campo sembrado, brindan, además, los sistemas mediáticos, rediles hoy, sin escape posible, que aseguran la realidad buscada: éxito.
Así el éxito pareciera estar tan cerca como seguro e imposible de redimirse ante cualquier fracaso, menos, eximirse. Para todo existe una solución ¿no es así que se dice? Entonces, todo se libra, la garantía está y en el peor de los casos, existe la salida: la autoayuda. Otro aparataje de salvación, es decir, la proclama: nadie se atreva a caer sin saber levantarse, como parte del éxito mismo.
De lo otro: el fracaso. De la caída es mejor no hablar ni suponer ni especular. Que se pase primero por los procesos de fragilidad, desesperación, decepción, más bien. Ya podrá gestionarse el recurso de la autoayuda, bien autogerenciada como clave emergente de logro. Lo que vendría siendo la misma idea del supuesto éxito, pero retornable y reciclado.
Cobra fuerza el principio de que nada muere ni se pierde, todo se transforma. Y es cuando surge la cacareada “reinvención”, otro término de reciente y fácil acuñamiento. El juego es como una secuencia en seguidilla que ronda desde el inconsciente con peligrosa facilidad.
Por un lado, el éxito ha sido siempre la estafa más velada en todo ámbito humano; por el otro, la inevitable repuesta de crear posibilidades transformadas en expectativas, llámese expectativa o esperanzas. Lo entendido como compensación, recompensa, reforzamiento y hasta retribución.
Aquí cuando es oportuno recordar los esenciales y discretos preceptos del Bhagavad Gita, y en solo un par de versos, dos valiosas perlas y zas, a desprogramarse:
“Tu elección es únicamente en la acción, nunca en los resultados. No pienses que eres el autor de los resultados de la acción. No te apegues tampoco a la inacción”. (2.47).
“Realiza las acciones abandonando el apego, permaneciendo igual tanto ante el éxito como el fracaso. Esta ecuanimidad es yoga” (2.48).
Cocrear y confabular ¿a favor o en contra?
¿Se entendió? ¿De qué éxito se habla y de cuál fracaso? Cómo nos hemos valido de términos tan míseros para referenciar lo que es, lo que existe, lo que se vive, lo que se quiere y lo que no.
Hemos incrustado conductas que emergen como mecanismos resistentes cuando queremos que las cosas operen como nos parece y, con sus esperados resultados, ignorando la ley que crea, pondera y ordena todo.
Surgen las estrategias para crear el ideal del éxito, así como para mitigar el del fracaso. Llámese adversidad, error, mala elección, caída, declive, desmotivación, frustración, descalabro, resignación. Más cuando está el sentido mercantil ejerciendo alguna presión en los intentos del propósito. La idea materialista como estímulo ha cobrado fuerza en todo ámbito, bajo los alegatos que toda energía dispensada puede y debería compensarse, a través de esa otra energía “cocreada”, existente y obtenible, en función a las leyes. El fraseo va por confabulaciones, bondades, merecimientos dispuestos por ley. Pregunta: ¿Acaso se ha entendido esa ley, se ha interpretado con exactitud, o más, se ha honrado? Nada hay que hacer esperando los frutos. Ahí se quiebra todo.
Autoengaño y autoestafa
Ni decir de lo que como el autoengaño desencadena la autoestafa, sostenido en lo emocional, entre lo que pondera la razón y el sentir. Se empieza como una desviación de propósitos ya para nada compatible con lo ideado. Se sucumbe al supuesto éxito ya entretejido con el mismo fracaso. Se rompen los parámetros, se traspasan los límites. Se extrema la falsa entrega. Recrudece la premisa del ansiado éxito sin fracaso.
¿Entonces? Qué parte aún, desde la más indómita ignorancia, no ha sabido, querido ni podido procesar que estamos más instruidos en las acciones que íntima, personal, social y colectivamente realizamos. Qué noción aún permea el ego para que la normativa más común nos venda tanto el éxito como el fracaso como la estrategia humana más sólida dentro del mal consabido ejercicio dual que se experimenta.
¿Cuántos cuentos más debemos desmantelar en nuestras entrañas para depurar los patrones que nos hacen movilizarnos entre estos antagónicos ideales a los que nos hemos ajustado tan cómodamente?
¿Qué vagas creencias hemos inscrustado para que el abatimiento nos mantenga sujetos a dos polos que depredan las estancias humanas y nos colocan en seres exitosos por un lado, y en fracasados en otro? Manejar una lista para el marcaje del check que ya se cae ante los miserables cánones impuestos y que hemos adquirido sin la más mínima conmiseración propia y ajena.
Del autoconsumo al subyugamiento propio
Hoy en día la mezcla rancia de propuestas avaladas por concienzudas estrategias socio-económicas, para reformatear la condición humana en busca de bienestar, prosperidad, merecimientos y esperadas bondades, no obedecen a decretos vacíos u órdenes mal pronunciada de la acción inconsciente, así se tiña de metafísica.
Tal atrevimiento creó más bien pretextos que han alejado al individuo de su más primigenia necesidad: ser en sí mismo para después liberarse hasta de eso. Algo indefinible y desprovisto de código. Realidad que pocos avizoran en estos predios en los que la ignorancia y los deseos se han exacerbado en programaciones que llevan hasta el autoconsumo, suerte de subyugamiento de explotación propia.
Hoy en día, hasta quien no logra “tener” una pareja, “hacerse” de una audiencia, “vender” un libro, “obtener” y “capitalizar” gente que lo consuma, quien no “logra” ganancias, quien no “alcanza” el status deseado, quien no pueda mitigar su soledad se siente en fracaso. Niega su valía al no clasificar dentro de los estándares dictados.
Así, la idea, la sensación, y hasta el sentimiento de fracaso, cada vez ronda más cerca la mente de quien ha caído en el vacío creado por una humanidad que no sabe bien lo que quiere y sucumbió al entramado vacuo en el que se ha convertido la existencia.
Se ha acrecentado la sed de que todo es comprable, vendible, el público existe, solo hay que captarlo. Premisa invasiva ya sin control. Ser marca, convertirse en producto con habilidades, virtudes y méritos para calzar en el entramado humano depredador de esencia. Los lineamientos apuntan a hacerse consumible y, por supuesto, productivo. Crea, que el Universo se encarga, más o menos, en la consigna generalizada.
Estos tiempos se perfilan tremendamente ignotos para quienes no se enfilan a lo que pareciera ya inevitable, crearse un perfil en el que se debe ganar, triunfar, ser feliz y lograr el éxito, y si puedes, garantiza el fracaso que te servirá igual. Más nada.
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Gracias Mataji! Al igual que el tiempo 🙂
ONS
Gracias Madre, por su fuerza y palabras exactas hoy y siempre! Somos más que un perfil entre fracasos y éxitos mundanos o humanos. Que orden y la expansión vengan siempre desde el amor, el amor que es!
Om Namaha Shivaya!
¡¡Muy buenos días desde Sabana Grande, Caracas, querida Má!! En este sendero de Ser, viendo tu comentario sobre convertir la esencia en marca comercial, me doy cuenta que el trabajo interior cada día debe ser más arduo, ya qui si no lo mencionas, no me habría dado cuenta, y hasta hubiera seguido la corriente.
El éxito y el fracaso, para mí, son moliendas de la existencia, clasificación de quienes concurren en quehaceres impuestos por la sociedad, previamente vislumbradas las posibilidades de cada quién, para dividir y diferenciar cada vez más a la gente y encausarla convenientemente hacia la inconsciencia. ONS
Revelaciones qué hacen caer, así sea por un segundo, el entramado ilusorio en el que con aparente normalidad se ha condicionado la habitabilidad en este planeta. Gracias por abrir nuestros ojos (todos) para que cada quién encuentre un atisbo de realidad y se aferre a este. ONS
Exactas palabras. Tan vigentes hoy como cuando se relató por primera vez el Bhagavad Gita. Qué éxito o qué fracaso habría en una acción desapegada de su resultado
Patético el lugar en el que hemos caído. Yo mismo me veo y algunas veces me pierdo, como dando patadas de ahogado. Queriendo salir y yo mismo devolviéndome. Viviendo en una constante contrariedad, entre lo absurdo de una vida sin sentido y el llamado de mi ser cada vez más fuerte. Siento que gano terreno, ese que viene con cierta edad madurada, con cierto cansancio de siempre lo mismo. De sentir que ya por ahí no es.
Ma, tus palabras de Luz que me dicen: «Si, vas por donde es». Me alienta, siento que estoy de alguna forma en el camino. Es impresionante cuando he logrado abstraerme y ver(me) envuelto en la trama que otros han tejido para mantenernos en el engaño de una falsa meritocracia (de la que muchas veces fui cómplice) en dónde nos matamos para quedar de primeros en un ranking, en un sistema donde nos dijeron que todos ganábamos y en donde en reallidad son más los que pierden que los que ganan. Donde hemos dejado heridos y miramos para otro lado para no verlos. Y claro, donde hemos sido heridos también. Mendigando. Bebiendo siempre agua salada.
Gracias Ma. Gracias.
Madre, esta reflexión me recuerda mucho las ideas de Byung Chul Han. Suelo usar un libro suyo para mis clases y creo que es genial. Pero esta perspectiva que nos ofreces va mucho más allá que él. Creo que si no se contempla la libertad del Ser entonces uno no ve la cárcel completa, sino solo una parte. Este es de mis artículos favoritos de Upani, lo comparto! Reitero el agradecimiento Ma… te pienso y extraño todos los días. Siempre presente pese a todo…. ONS.
Amada Ma! Como para repensarse todo. La estrategia es ser libre del resultado de las acciones, estar presentes en la labor de Ser, sin la egocéntrica y desgastante carrera por el éxito humano, inalcanzable e insondable, dejando a un lado el anhelo de paz, que es el éxito real. Gracias siempre Ma! Om Namaha Shivaya!
Gracias Ma. Este texto es para mi un respiro de alivio más de este caminar.
Muy necesario. Una luz en la oscuridad de las mentes. Una isla en la inmensidad de la locura humana.
Gracias.
Ufffff gracias querida Ma!!! Tanto tiempo que se pierde tratando de “encajar” y “triunfar” en un entorno diseñado para succionarnos la esencia…????????♥️
Estamos viviendo en la gran secta que es este mundo construido en base al miedo y la culpa difilme te podemos movernos con libertad en nuestro día a día por qué la supervivencia siempre ha sido un desafío para nuestra especie pero lo más importante es como lo vivimos si somos plenos y satisfechos tarea compleja que vamos madurando con fortaleza en nuestra mente y corazón ❤️ gracias ???? ONS!
Aaaaah
Contundente y elocuente atisbo de luz que disuelve dualismo y evapora el éxito/fracaso.
Gracias, muchas gracias Ma.
Gracias Madre, tal cual… Así de exacto todo lo referido… ONS!
ONS Ma. Preciso y puntual este escrito, sobre todo en momentos como estos donde se ve, se percibe y se concretiza cual es la base de esta sociedad enfermiza que apunto al desarrollo, sin proposito, de su propia materia. Desde el desarrollo del capitalismo la carrera a ser mercancia/producto de consumo y autoconsumo se acelero pero en realidad la cuestion es que la historia nos habla de un proceso que inicio mucho mas atraz, ese atraz del cual no tenemos o no queremos tener memoria,
de alli el nacimiento de la esclavitud: no nos basto ser esclavos de otros ahora lo somos o lo seremos de nosotros mismo…
Con amor Soraya
Uuuy Ma, que descripción tan exacta de lo que nos esta pasando como humanidad, another brick in the wall.
Me encanta como escribe y lo que escribe! le tomo las citas del Bhagavad Gita y la pregunta
«¿De qué éxito se habla y de cuál fracaso? Cómo nos hemos valido de términos tan míseros para referenciar lo que es, lo que existe, lo que se vive, lo que se quiere y lo que no»
Demasiado oportuno, gracias Ma!!! ONS.
Tremendo! y certero lo plasmado en su texto Madre. Seguir afinando la observación ante todo lo que continua emergiendo y que queriendo o no, está ahí frente a uno.
Gracias por la exactitud de sus palabras y guía para seguir.
Om Namaha Shivaya!
Hermosa reflexión Ma ❤️ Gracias por esa sabiduría, gracias por esas palabras que nos reinician, nos permiten observarnos, nos queda la tarea de la verdadera aplicación de sus enseñanzas en nuestro día día.
Uffff……Exelente !!¡¡¡¡.
Coincido, comparto, abrazo estas premisas.
Gracias Má. Por tanta claridad, por encontrar la «palabra» justa para la circunstancia que a todos nos arrastra y muchos no pueden ver…..⚘, reconocer, ni creer.
Om Namah Shivaya.
Bello, hermoso y educativo.
Gracias Ma
Gracias Ma!
No hay palabras para describir, solo agradecimiento.
Te amo!
Ons
Oportuno siempre, exacto siempre amoroso siempre Gracias ONS