Esta peculiar hortaliza alargada, de sabor amargo, son los brotes nacientes de una planta conocida como esparraguera. Los datos informan que fueron cultivados por los egipcios 6.000 años a.c. y, desde allí, se expandieron a Grecia e Italia y, luego al denominado comúnmente, nuevo continente. Si bien su color más característico es el verde intenso, los hay blancos y rojizos, su tono dependerá de la forma de cultivo y exposición al sol, siendo los verdes ricos en ácido fólico, betacaroteno y vitamina C.
Para comer los espárragos de forma exitosa, te recomendamos que al lavarlos seas cuidadoso con el extremo superior del mismo que es en donde reside la parte más tierna e enriquecedora. El extremo final es más tieso y fibroso, suele acompañar un color blancuzco que debe ser retirado, quitar no más de 1cm, hay quién también con un cuchillo raspa los bordes de esta zona para reducir la fibrocidad.
Te envitamos a preparar estos espárragos, que puedes combinarlos con tus carbohidratos de preferencia.
Personas 4
Dificultad Fácil
Tiempo de Preparación 5 minutos
Tiempo de Cocción 10 minutos
20 espárragos
2 cucharadas de semillas de mostaza
1 cucharadita de semillas de comino
1 cucharadita de pimienta de cayena
Aceite de oliva
Sal marina
Preparación
- Lavamos y pelamos la parte gruesa de los espárragos.
- En una olla con agua hirviendo y sal colocamos los espárragos y cocinamos por unos 3 minutos hasta que los podamos atravesar con un tenedor y se suelten fácilmente. Los pasamos por agua fría para detener la cocción.
- En una sartén calentamos el aceite y agregamos la mostaza, el comino y la pimienta de cayena. Dejamos que las semillas se tuesten un poco sin dejar quemar, y agregamos los espárragos y la sal. Salteamos removiendo gentilmente por un minuto.
- Servimos caliente

Buen provecho, y recuerda siempre concientizar qué se come y para qué se come!
Receta y Fotos: Carla Pandiani y Kristian Camero