EXPEDIENTES E.T. | Archivos, memorias y tránsitos de Shaktima
Desde la edición anterior el Upani News decidió brindar esta serie de artículos publicados en el diario El Nacional cuando Shaktima cumplía labores periodísticas en la fuente de Arte y Espectáculos de ese periódico caraqueño. No se trata de nostalgia ni remoción inútil del pasado, más bien atestiguar cómo desde su trayectoria más mundana, preló ese intercambio vital con el otro. El archivo que compartimos, es la reseña casi original que Shakti hizo del concierto “La Despedida” de Ilan Chester, celebrado en el Teatro Teresa Carreño. Le pedimos que elaborara un texto actual, a manera de epílogo rememorativo, de este evento, que titulamos: La música y la entrega.
ILAN
LO NUESTRO SERÁ PARA SIEMPRE
Por Erika Tucker
El acto fue elevado, como si se estuviera tomando parte de una suerte de meditación colectiva, inducida por música y en base a sensaciones vividas. Muy profundo, en alguna conciencia conocida estaba todo, como recuerdos, sueños, melodías sabidas; y, al llegar hasta el punto deseado, aparecía Ilan, una energía lumínica, irradiante de amor hecho música.
Había que relajarse lo suficiente, se requería un estado de conciencia pleno con lo único que se pidió en la noche: entusiasmo y alegría. Solicitado esto por Orlando Urdaneta, quien tuvo la noble tarea de presentar el primer concierto de Ilan con todas las almas disponibles en el Teresa Carreño.
“La Despedida”, nombre que se le ha dado a este encuentro final con Ilan Chester, responde tan sólo a una situación en esta vida de tránsito, que para el músico ha significado realizarse como cantante y haber tenido el poder de transmitir, a través de la música, la mejor de sus energías. Por su naturaleza y por las inquietudes que disfruta y sufre, decidió un alto. “Hay mucho que aprender”, dijo en algún momento.
En esta parada han estado con él sus seguidores -comprensivos e incondicionales- cómplices, para darle el último escupitajo que le manda Ilan por correo al “show bussines”, con las señas bien legibles del remitente. Todavía sin secarse la saliva del sobre ya estaba agotada la boletería de los atronadores conciertos.
“El hecho de que estén aquí significa que los considero mi familia cercana” fue la loa lanzada para agradecer a los asistentes iniciales. La noche del jueves en el teatro había una pesadumbre que -aunque imperceptible- se logró respirar en el ambiente, pero no por mucho tiempo. Prevista con anterioridad se estimó diluirla con la simpatía de Orlando Urdaneta, quien se lució con un chiste de españoles, seguido más adelante por toda una historia humorística de Vinicio Ludovic sobre un chino sabio (crédito también de Urdaneta), y la serenidad animosa y contagiante del propio Ilan.
Así, el humor fulminó cualquier viso de tristeza que pudiera haberse asomado como el propio lugar común de las despedidas. Claro, permitido estaba, algún despechito, cualquier reconcomio sin disolver producto de amores perdidos, abandonados o rechazados que se engancharan a las letras de las canciones.
Ay! las canciones. Así en ese “review” que fue el concierto, condensando casi treinta temas, permitió sentir que el amor, en sus más variadas formas y situaciones arman la historia musical del cantante, quien también sublima la amistad y esas cosas buenas de la vida.
AL GRANO
Todo estaba dispuesto para el cantante. La Orquesta Sinfónica Venezuela supo en los ensayos, por los trabajados arreglos de Vinicio Ludovic, que esta vez, el tal “Chester” había inspirado las partituras que reposaban en los atriles con la majestad que otorga el saber componer música. Y especulamos al antojo que resultó grata la sorpresa para Margarita Rotinova, por ejemplo, acostumbrada a extraer de su violín acordes más clásicos, y el mismo caso para el clarinetista Mark Friedman.
Setenta y cinco almas con sus instrumentos tomaron sus lugares sobre las tablas, con la rigurosidad exigida y hasta se permitieron hacer coros y hasta taconeo comedido en cada melodía. A la par, una banda con batería, guitarra, bajo y percusión. El director, Vinicio Ludovic, en frac de punta, se veía adorablemente breve en la escena, pero el aire en ocasiones majestuoso de la música, logró magnificarlo que a ratos se perdía en su dimensionalidad. Magistral. El intro de “El Circo”, los arreglos de “Máquina”, “Marea de la Mar”, “Amor sin medida”, por ejemplo, extendieron tanto las sonoridades que simulaban voces en los espacios de los coros.
A un lado, estaba el teclado inseparable de Ilan, quien se lo gozó -como siempre- cuando interpretó esas canciones que otrora surgieron desde cada tecla: “Amor de cerca”, “Una en un millón”. Otras teclas también se ocuparon de enriquecer aún más la música, las de Otmaro Ruiz en “El destino”, tema que casi le pertenece por afecto.
El público se comportó con deberes y derechos, como aquella canción. De colectivo y tácito acuerdo se complació a Ilan en cada coro que pidió, se le regalaron aplausos y carcajadas para sus ocurrencias y sus payasescas coreografías celebradas con entusiasmo. Los más espontáneos gritaban frases tan sentidas como: “que la luz te dé todas las bendiciones”, ésta fue de un caballero que, a petición, no tuvo problema en repetirla unas tres veces. Ilan tampoco, en un arrebato le ha dicho a los asistentes del palco presidencial: “que sabroso es no pagar…pero la van a pagar”…(sin comentarios)
En comunión se llegó al nirvana cuando sonaron las piezas “Para siempre”, “Contigo” e “Historia de un buen día”. “Canto al Avila” y “Sabe a calidad”, para cerrar con “A.M.O.R.” y “Amistad” Casi cuatro horas de concierto y lo que faltaba casi como un capricho muy personal: el mantra krishna que mucha gente coreó y otra tan sólo se dignó a escuchar. “Venezuela” fue el cierre oficial y un “hasta siempre” quedó en la boca de Ilan retumbando sus palabras, hasta ahora, cuando las teclas sólo quieren saber de un regreso, de otra forma, de alguna, de cualquiera, pero de un regreso.
Artículo publicado el 22 de junio de 1996
La música y la entrega
Todavía hoy me conmueve releer esto, me hace revivir aquella noche. Hubo tanta expectativa y buena voluntad por parte de quienes siempre le hemos creído a Ilan. Reconozco que para entonces no era capaz de entender qué lo llamaba tan fuertemente para que asomara siempre la posibilidad de retiro, hasta que comprendí que se trataba de su entrega espiritual.
Hubo mucha antesala y orquestada información para este evento del que también tenemos archivos.”Los arreglos ponen en relieve la transcendencia de la música de Ilan” dijo entonces Alfredo Sánchez, responsable de la dirección artística de aquel concierto. “Doy fe de eso, desde adentro, puedo decir que el material armónico es sabrosísimo” complementó el arreglista-orquestador Vinicio Ludovic, en la rueda de prensa previa. “Treinta fueron los arreglos. He sido como un creador que crea sobre una creación”. Lejos de ser un simple juego de palabras, confiesa que fue ardua su labor. Para entonces ya eran veinticinco los años de amistad que unían a Ludovic con Ilan y eso le otorgó licencias para libertades.
“Ilan es un poco tontín, no, es broma, pero me dice que no escriba tanto”… “no me he cruzado con alguna pieza que me irrite, más bien, he encontrado en algunas razones personales para identificarme. Lloro, me guindo con algunas”, confesó.
Dentro de lo que significó mi acuciosidad de otrora y lo presente que siempre tuve a Ilan, también encontré esto: “Ilan con vuelto. Alguna secuelita quedó de las presentaciones de Ilan Chester en el Teresa Carreño. A saber, empresas discográficas hicieron festín de abogados, quienes por unas y otras razones habilitaron leyes propias y ajenas para obstaculizar las presentaciones y las posibles grabaciones que de allí se extrajeran. Gracias a las divinidades a favor, todo se quedó en amenazas. Se supo también de una protesta escrita de parte de la Presidencia, al reaccionar ante las exquisitas ironías de Ilan quien, durante las funciones, le dejaba en claro que eso de no pagar era muy sabroso…pero que la iban a pagar de todas maneras. Una sutileza dentro de todo el humor manejado pero que no gustó a los aludidos. Me queda claro que se refería al karma. Sabía de lo que hablaba.
Perdí su trayectoria, tendría que reincidir en indagaciones y actualizarme. Me he quedado con mucho de él, que está ahí, atesorado en mi ser. Quiero creer, una vez más, de su ansiado encuentro, ya su música, como entrega ha sido extraordinaria.
De nivel sin duda, una radiografía clara y precisa
Ilan el ser
Que texto tan hermoso y excelso.La expresión de amor del artista y el desencriptar a través del periodismo consciente lo que aquello fue.
Gracias Ma????
Que hermoso es leerte Ma, lo de antes y lo de ahora.
Todo me llega tan sentido, tan tuyo y sin saber de estos artistas es tan mio.
Gracias por estas recopilaciones tan bellas.
Considero que la tinta que escribe este artículo siguió escribiendo sin parar hasta nuestros días…. es como el agua de un río que fluye sin parar las 24 horas del día, 365 días del año, es el mismo instante de amor siempre.
ONS!
Los sicronismo se producen , Amada ShaktiMa, creo que fue el 26 de enero 2021 que lo entrevistaron y justo allí promocionó un encuentro en Corpus Mentis para este sábado . Y que vas a hacer Ilan , pregunta del entrevistador : vamos a hablar de enseñanza Védica , entonaremos mantras y metidaremos … iremos a lo profundo del Ser ….. ONS!
Shakti, Erika, querida, Ilan nunca se despidió. Eso no lo entiende nadie hasta hoy, sí tiene como una nota khrisna rara pero hasta ahí. Bella nota, muy sentida.