EXPEDIENTES E.T | Archivos, memorias y tránsitos de Shaktima
Continúa el UpaniNews esta serie de artículos publicados en el El Nacional cuando Shaktima cumplía labores periodísticas en la fuente de Arte y Espectáculos de ese diario caraqueño. Esta vez, ofrecemos un extracto de la entrevista realizada vía telefónica, a Jaime Bayly. Para entonces un novel escritor y conductor del espacio transmitido en más de veinte países de Hispanoamérica. Corría el año 1997 y fue cuando ganaría su primer Emmy. Ya alcanza 25 años en aquella ciudad y desde ahí no han sido pocas las continuas polémicas, sobre todo en materia política, por sus vehementes posturas, así mismo ha resistido mucha crítica y detracción.
Jaime Bayly
Soy un nerd que sueña con ser yuppie
Por Erika Tucker
Considerado por el público entre amable e impertinente, se planta ante las cámaras para rescatar el verbo como una de las formas más puras de comunicación. Sonríe a gusto mientras con sorna e ironía prepara el dardo que dejará soltar como su verdad -único antídoto- a ese veneno que maneja con tanta sutileza.
A simple vista no se devela el misterio de su frente, tan amplia como oculta. Las cejas bien pobladas rozan -como quien no- el flequillo amenazante con robarle algo de terreno. Jaime Bayly está en pantalla así, en directo, cada día hábil, de una semana que transcurre entre noches de conversa. Lleva tiempo en eso, deshojando almas ante una curiosidad que parece insaciable.
Su actual programa “En directo con Jaime Bayly» es ahora pan diario para los televidentes de este continente, quienes se embelesan ante un sujeto con tribuna abierta desde Miami. Perú quedó lejos, después de haber sabido de sus inquietudes periodísticas, jurídicas y hasta políticas, en coqueteo visible, por sus opiniones dentro de este temprano ejercicio. No existe título por colgar, solo una experiencia temeraria que -hasta ahora- le ha deparado éxito.
-Si tuviera que presentarse a alguien describiéndose ¿cómo lo haría?
-Bueno, dependería de a quién me estaría dirigiendo. A ver… un limeño, de 31 años de edad, casado con una peruana en Washington, con dos hijas, una de tres y la otra de año y medio. Hago periodismo desde los 18 años.
-¿Cómo fue el salto hacia afuera?
-Me fui de mí país hace unos años, al día siguiente del golpe de Fujimori, en abril del 92.
–Se diría entonces, que no quiso ser un “cholito” dirigido por un japonés. ¿Es de alguna forma otra imagen del Perú?
-Bueno sí, yo quiero mucho a mi país, voy con frecuencia a Lima y tengo una visión muy personal, trato, asimismo de mantenerme informado. Creo que el Perú está mejor ahora que hace seis o siete años, pero en otras cosas no estamos tan bien y para muestra lo que ocurre actualmente en la Embajada del Japón.
-¿Cuál sería la primera pregunta que le harías al Comandante Cerpa, de tenerlo enfrente?
-Le diría: ¿Qué quiere usted? ¿Qué necesita? ¿Qué se le antoja para subirse a un avión y marcharse con destino a Cuba? ¿Dinero? ¿Qué se libere a su esposa presa? ¿Qué pide usted para marcharse a Cuba? Un lugar donde yo estimo que este señor sería muy feliz.
-¿Haría algo para hablar con ellos?
-Tenemos planes, pero la gente del gobierno no quiere hablar y se nos ha hecho imposible hacer una conexión con el grupo. Sólo espero que esto tenga un buen y pacífico desenlace. (1)
-¿Es Miami una nueva nacionalidad para los latinos?
-Está bien eso. Yo diría que sí, es una ciudad muy interesante que de alguna manera se ha convertido en una capital, no oficial, pero sí oficiosa de Latinoamérica. Es un punto de reunión para nosotros por la mezcla de culturas y para la industria de entretenimiento es un lugar tremendamente estratégico. Si se quiere hacer un programa con cierta proyección Miami es un buen lugar para intentarlo. Aquí el futuro es grande porque es una ciudad que ya la hemos conquistado definitivamente. Los latinos hemos tomado el control política y culturalmente.
-Joven, casado, bien posicionado desde un “tercer mundo” en el que las historias resultan más difíciles, por lo que su escalada puede ser vista como un ejemplo…
-He tenido suerte y me ha ido bien. Siempre digo que soy un afortunado porque he tenido oportunidades valiosas, claro, he sabido identificarlas. Alguien dijo alguna vez que todas las personas en algún momento tienen sus oportunidades, el asunto es que muchos las ven pasar, otros se asoman y unos se suman. Creo que todo esto se trata de saber escuchar nuestra propia voz y no la de los demás, dedicarse por completo a lo que uno le gusta y esmerarse a fondo por tratar de ser el mejor.
Buenas ideas
No se limita en reflexiones ni opiniones. «Enfrento con entusiasmo la vida y mucho más las cosas que me gustan. Me gustó el periodismo y terminé ejerciéndolo y lo que es mejor, me pagan por hacerlo. Hoy estoy en Miami porque soñé llevar mi programa a una audiencia más grande que el Perú, intenté el salto como tú dices para crecer y eso también fue una buena idea”.
Bayly lleva una vida agitada, muy independiente, y se confiesa viajero. De su experiencia de vida extrajo ya dos libros. El oficio de escritor lo define como necesidad vital. Ha jugado mucho con lo que se descubrió dentro y es como, a través de las letras, diagramó tramas en una suerte de paralelismo con su propia vida.
En No se lo digas a nadie, novela editada en el 94, muestra su ambigüedad sexual, asegurando entonces no temerle. “Como todos, tenemos un lado masculino y otro femenino». Fue Joaquín, el personaje central del libro concebido en Washington, a quien le dejó la tarea de exponerse. Son catorce las ediciones de este libro, traducido ya a varios idiomas.
Guarda este «enfant terrible”, otro pasado de adicciones y, en Fue ayer y no me acuerdo (1995) habla de su dependencia. Aseguró igual haberse librado de ella. “Es muy fácil caer en sus redes”, declaró entonces a un periódico español en la víspera de su publicación.
¿Un Dios? ¡Ser feliz!
–¿Ha entrevistado alguna vez a Fujimori?
-Sí, sólo una vez, cuando era candidato a las elecciones que más tarde ganó. Fue durante la primera vuelta y no figuraba todavía, era largamente el favorito Mario Vargas Llosa. Es que Fujimori no parecía un candidato fuerte, era alguien pintoresco que llamaba la atención por lo risueño. Esa vez lo que hice fue como tomarle el pelo, no me lo tomé en serio.
-¿Le hizo alguna pregunta de la suyas?
-Sólo traté de hacerlo hablar en japonés, quizá estuve hasta majadero con él. Sólo al final dijo algo, muy poquito.
-¿Tiene alguna creencia religiosa?
-La única creencia religiosa que uno debe tener es la de ser feliz. Si hay un Dios debe ser uno que quiera que seamos felices, y es cuando pienso que algunas enseñanzas religiosas de la iglesia católica no ayudan a la felicidad. Esto te lo digo ahora pero quizá si voy en avión y hay turbulencia te diría otra cosa.
Reímos entonces con el miedo de los incrédulos. Le digo que si se acuerda de la última vez que se confesó.
-¿A un sacerdote, dices? No, no me acuerdo. Pero esto que estamos haciendo es casi una confesión ¿no te parece? Aunque creo que también lo hago cada noche frente a mis entrevistados”
–Cuando estás frente al entrevistado ¿cómo lo ves? un personaje por extraerle información, alguien interesante con quien hablar …
-Lo primero que trato de recordar es que esa persona está en mi casa, porque el programa es una extensión de mi hogar. Estás en mi casa, mereces que te trate con hospitalidad, que te haga sentir bien y ya el gesto de acercarse hasta aquí exige de mi amabilidad y afecto. Creo que es un error cuando haces una entrevista para intimidar al interlocutor; es mucho más inteligente convertir a esa persona en tu aliado y no en tu enemigo. La hostilidad, las preguntas agresivas y esa actitud de querer saber más que los invitados, no funciona. Por eso trato de encontrar un equilibrio entre ser buena gente y retar. Sé que estoy caminando sobre una cuerda floja, pero, por otra parte, tengo que ser un buen periodista. La clave que manejo es la sonrisa. Una sonrisa suaviza hasta la pregunta más dura. Creo que es una cosa bien importante en el fondo: no es lo que preguntas sino el cómo lo preguntas. El gesto, la candidez ayudan si logras crear un ambiente amable.
Simple y directo
Su equipo debe saber -en directo y por monitores- que cuando Bayly achina los ojillos y guasonea el rostro, está tramando algo. “Me gusta ser simple y directo, queriendo llegar a la verdad del invitado tal y como es, sin máscaras, sin poses porque siento que en eso consiste mi trabajo y el saber escuchar”.
Afina sus rasgos, coloca sus dedos en el oído izquierdo para chequear la escena y a nadie le queda dudas que disfruta esa aventura nocturna que emprende en cada jornada. Sabe bien que con su carita de «yo no fui”, el truco de «me permitirías preguntarte”, antes de lanzar una agudeza de las suyas, compromete a su interlocutor a -por lo menos- balbucear una respuesta.
-¿Cree que Miami es buena audiencia, el inmigrante latino con todo y esa mezcla cultural?
-El inmigrante latino no es una persona de un muy alto nivel cultural, la gran mayoría no ha venido por voluntad de sus países sin futuro, allá no tenían trabajo y lo que quieren es encontrar un sitio donde ganarse la vida. Para este tipo de personas hay otros programas menos exigentes. Pero, por otra parte, creo que el público latinoamericano quiere ver televisión inteligente y de calidad.
-Por último, ¿me permitiría hacerle una pregunta? ¿Se ubica mejor como un nerd o un yuppie?
–Soy un nerd que sueña con ser un yuppie.
UNO POR UNO
CAP: político de otro tiempo. Irene Sáez: una mujer guapa. Alicia Machado: una mujer débil que accede a las tentaciones. Sara Montiel: adolescente del 68. Ernesto Samper: a pesar de todo conserva el buen humor. Cristina Saralegui: me gusta más su casa que su programa. Paulino Rubio y Ricardo Bofill: es una pareja que cada vez que sale en Hola soy el primero en comprarla. Vargas Llosa: un escritor al que admiro. Fujimori: un presidente popular pero me siento más cómodo con las minorías.
Referencia (1). Toma de la residencia del embajador de Japón en Lima por miembros del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru, dirigidos por Néstor Cerpa Cartolini. (1996-1997)
Hola a tod@s desde Caracas!! Lo ví muchas veces ya que él tenía un abanico de temas a tratar, pero, en el área política hacía mucho «entretenimiento». Se acomodaba a favor o en contra del invitado según su perfil. Eran predecibles sus programas en el área política..
Saludos
ONS, agradezco cada jueves en el que espero la llegada del upaninews . Leerle antes de entregarse al descanso es un hermoso regalo. Abrazos Ma
Veía el programa de Jaime cuando vivía en Lima. Corría el año 2008/2009. Se llamaba “El francotirador”. Me encantaba la agudeza de sus preguntas y el manejo del humor. Un tipo muy sagaz. Gracias por hacerme recordar.