Nunca sabremos, y no tenemos por qué saberlo, cuál es el devenir integral de este planeta, si algún día terminará de ser absorbido por una singularidad cósmica, un arrollador agujero negro, producto de un enfrentamiento de castas celestiales, un soplo descomunal, o si el hombre, esa célula insaciablemente reproductora, cuya existencia es criticada desde otros planos, podrá algún día ser libre, y llamar a la cordura global.
Para esto, no es que no haya voluntad política absoluta, y es que el ejemplo para ilustrar el argumento es que no hay cómo conciliar las teorías de todo tipo, las ideologías, y es muy sencillo mordernos la cola, cual serpiente, certificando el ciclo eterno de las cosas, de la miseria humana y todo el cargamento que produce la ignorancia, que, en definitiva, es inmedible y aplastante.
Para más distracción, porque de eso se trata, de esa afición particular de convertir el futuro en algo apocalípticamente espantoso, como si el presente –que es donde se construye todo — no existiera, quiso, la temible voz de los medios, por un frente, y un vocero de penetrante influencia, como la Organización de las Naciones Unidas, por otro lado, aportar a la densa atmósfera de la civilización, una inquietante afirmación, según la cual “la era de la ebullición global ha llegado”.
Y como todo llega para quedarse, ya que lo que no se ve, mora en el inconsciente colectivo, este ciclo hace que el porvenir carezca de elementos encantadores. El burbujeo es inminente, y el culpable es uno: el hombre. El mes pasado, se impuso una forma ortodoxa de admitir el descalabro planetario. El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, el pasado mes de julio, concluyó que la etapa del calentamiento global había terminado, y que emergía la ebullición con todas las calamidades que ella genera.
Pero hay algo más aterrador, y aparentemente incorregible, que manifiesta el funcionario del organismo con elegante timidez: “Para los científicos, es inequívoco: los humanos tienen la culpa. El aire es irrespirable. El calor es insoportable”. Bueno, ha habido demasiados hechos ardientes, inabarcables que señalan al ser humano como el responsable de tanta deformidad, insigne depredador, y su paso por este plano no lo dignifica del todo.
Sin embargo, de ese mal, de ese imaginable hervidero que fermentan los investigadores y que la ONU toma como estandarte de los tiempos, de ese estrago, escapa el hombre. Muchas condenas pesan sobre él. De un lugar insospechado, con reciente ímpetu, el naturalista y explorador venezolano, Charles Brewer-Carías, en sus formas, siempre convincentes, le roba el fuego dialéctico al canon y radicaliza una observación que contraría a expertos e inexpertos, en especial al sector ilustrado de los supremacistas, para quienes, hasta mirar de reojo contamina a la atmósfera: “El hombre no tiene nada que ver con el calentamiento global. Eso es una propaganda de los ecologistas”.
El clima es como un cardumen de peces, que se pasea alegremente por todo el océano, y cada vez que las ONG o algún desafiante interés particular, con peso transnacional, intenta confinarlo para estudiarlo, huye como corresponde a sus atributos cósmicos. Porque hay una verdad incuestionable; siempre hubo, hay y habrá calentamiento global. Nunca ha habido un clima uniforme en ningún lugar del planeta.
Hay tres elementos, muy estudiados, que no entran en la categoría del tiovivo del mercado propagandístico, y que hacen que los cambios climáticos de este satélite sean radicales: el vulcanismo, el impacto recurrente de meteoritos y los cambios cíclicos de la órbita terrestre o ciclos de Milankovitch. (1) Eso, y no otra cosa. Quizás, el cuarto elemento sea el ser humano, pero no tiene nivel para competir con esa tríada natural que lo desplaza. Los movimientos terrestres gobiernan al clima.
Brewer-Carías insiste que un volcán en erupción, él solito, es infinitamente más poderoso que todas las industrias encendidas, que los cambios en el eje de la Tierra son los que producen los calentamientos globales, fenómeno que ha estado ocurriendo en los últimos dos millones de años, que la mínima temperatura ocurrió hace 20 mil años, y era de 6 grados menos, global, que lo que hay ahora. Y reitera que la culpa es de los ciclos de Milankovitch, que afectan la estacionalidad.
Finalmente, el hombre, que ha sido el receptáculo de todos los pecados terrenales, no será el calentamiento global un episodio más de su historia universal de la infamia. Al menos, no por ahora, aunque la naturaleza no le obedezca.
Fuente: (1). REFLEXIONES. N° 88. Cambios climáticos y causas que los originan. Bergoeing Guida, Jean Pierre. 2009.
Durante la pande.ia que todos en todo el mundo estuvo encerrado, se notó que el aire estaba menos tóxico, incluso disminuyeron atentados a la naturaleza, contaminación de ríos y mares. Entonces es obvio que los seres humanos también son culpables del calentamiento global.
Pienso que esas manifestaciones temporales y locales que se vieron durante la pandemia no afectaron el clima global terrestre. Los ciclos de Milankovitch no dejaron de actuar.
Me parece muy coherente lo que dice este señor Charles Brewer-Carias
Indudablemente que esto del cambio climático es un fenómeno cósmico en nuestro paso planetario a través del correo cosmos, todo ocurre en este espacio de nuestra realidad, este devenir en lo climático tiene que ver claramente con influencias electromagnéticas y geotérmicas del planeta y su relación astronómica entre el y todos los elementos energéticos que el sol y otros elementos estelares y sus propias influencias sobre nuestro planeta que en este tránsito por la galaxia nos afecten directa o indirectamente, aspectos de orden físico (radiaciones, electromagnetismo, emisiones energéticas o fotonicas, químicas etc) los ya nombrados cuerpos estelares, que logran atravesar nuestra atmósfera ya han sido citados como causantes de cambios climáticos por nuestros investigadores, se habló de épocas glaciares que desde antiguo si atravesamos por importantes cambios climáticos, opinó hay mucho de verdad en esos hitos geofísicos que ocurrieron en el planeta y que han acompañado a nuestro querido planeta, la citada extensión de los dinosaurios tiene sus hipótesis de severos cambios climaticos asociados a fenómenos estelares de envergadura, caída de algún asteroide errante entre otras. Pareciera una cuestión cíclica que se cumple y que evoluciona no solo aquí en el planeta sino que en gran parte del sistema solar u más allá está siendo afectados otros puntos planetarios. De todas maneras el ser humano a demostrado con la historia que es contribuyente del deterioro del medio ambiente que habita, que genera desechos de todo tipo hasta tóxicos y radiactivos que no son poca cosa, solo con el plástico ha contaminado los océanos, sus emisiones contribuyen sin lugar a dudas en la contaminación y algún grado de culpa habrá en los aspectos climáticos, pero creo es un daño marginal, pero se ha magnificado quizá más de la cuenta, ya veremos con las medidas que se tomen en sus controles de emisión contaminante si ayuda en algo al cambio climático. Como sea a todos nos interesa.
Excelente informacion. No cabe duda que el acceso a la informacion nos libera mentalmente…. Nos libera de la esclavitud del engaño y del miedo.
Creo que lo importante luego de obtener la información, es ir haciendo cambios para irnos transformando también. Pues habrá que realizarlos sin lugar a duda , porque todo cambia, modo de vida material… Y lo que respecta a la existencia física acá.
Gracias por tan interesante lectura informática.
Gracias por tan clara exposición. El pecado original también forma parte de ese imaginario inventado por mentes que no se elevan a La Conciencia y consideran que el hombre es la medida de todas las cosas, olvidando que lo es en la medida en que se encierra en su sensorialidad que es su manera de “ver el universo”
Muy interesante articulo, pero este planteamiento no le resta fuerza al hecho de que muchas de las actividades humanas afectan negativamente al medio ambiente, y no hay mas nadie a quien hacer responsable. La contaminacion atmosferica ocasionada por el avance industrial y el crecimiento del parque automotor, la deforestacion de grandes extensiones de la selva amazonica, la contaminacion de los oceanos por grandes cantidades de desechos solidos, la contaminacion de los suelos y aguas subterraneas por la generacion y disposicion inadecuada de efluentes, la eliminacion deliverada de algunas especies animales han hecho que este planeta vaya empobreciendo su calidad de vida.
ESTOY MUY AGRADECIDO POR TENER LA BENDICIÓN DE PERTENECER A UN LUGAR SAGRADO COMO EVD, EN ELLA ENCUENTRO UN LUGAR DONDE PODER ESCUCHAR, REFLEXIONAR Y EXPRESAR OPINIONES ATINGENTES Y CONTINGENTES A LA HUMANIDAD SIN ESE MIEDO A LA CENSURA POR MIRAR LOS HECHOS DESDE OTRAS PERSPECTIVAS. ONS!