Nacido como Malcolm Little el 19 de mayo de 1925 en Omaha, Nebraska, EEUU, fue conocido como Malcolm X, importante dirigente defensor de los derechos de los negros estadounidenses.
Perdió a su padre a los 6 años y a los 13, su madre fue declarada insana mental a raíz de una crisis nerviosa e internada en una institución. Era buen estudiante, pero desalentado por un profesor, abandonó los estudios y se mudó a Boston con su hermana mayor y trabajó de forma intermitente.
Años después comenzó una carrera delictiva que lo llevó a prisión donde dejó su adicción a las drogas, fue persuadido por un compañero para educarse a sí mismo, por lo que se aficionó a la lectura y, luego, uno de sus hermanos lo puso en contacto con Elijah Muhammad, líder de la Nación del Islam, movimiento religioso que consideraba a los negros el pueblo favorito de Alá.
En 1952, al salir de prisión, se incorporó a la organización, cambió su apellido por ‘’X’’ y llegó a ser considerado su segundo líder, lo cual produjo la rivalidad con Muhammad, hasta que abandonó el movimiento en 1964.
Participó activamente en la lucha política en paralelo a M. L. King, fundó su propia organización (Mezquita Musulmana) y, a raíz de visitar diversos países musulmanes, sustituyó el racismo por el nacionalismo negro que proponía su emancipación, e incorporó el discurso anti-imperialista norteamericano, fundando la Organización de la Unidad Afro-Americana.
Sus aspiraciones fueron truncadas al ser asesinado el 21 de febrero de 1965 en Nueva York.