John Donne, poeta inglés, nació en Londres el 22 de enero de 1572 en el seno de una familia profundamente católica, condición que le impedía obtener títulos superiores, no obstante estudió en Oxford y Cambridge.
Desde 1598 fue secretario de Sir Thomas Egerton, miembro de la corte, pero se enamoró de su sobrina con la cual se casó en secreto. Su suegro le negó la dote, lo mandó a poner preso y obligó a Sir Egerton a despedirlo. En esa situación, Donne y su familia vivieron muchas dificultades económicas, época en la que escribió “Una anatomía del mundo” (1611) y “El progreso del alma” (1612).
Presionado por la familia de su esposa, buscó los favores del rey James I escribiendo piezas contra el catolicismo, lo que lo complació, ofreciéndole únicamente cargos eclasiásticos que no aceptó hasta 1615, cuando se ordenó sacerdote anglicano. Su esposa murió dos años después y su poesía se profundizó. A partir de allí escribió mucho más sobre temas religiosos entre los que destacaron sus sermones.
Se le considera un maestro del “concepto”, combinación de una imagen y una idea que forman metáforas, de notable ingenio, responsable de paradojas, juegos de palabras y analogías. Escribió poesías de amor, religiosas, epigramas, elegías en la línea de Ovidio y canciones, realizó traducciones y en prosa produjo sermones, por los que su pasión y estilo le hicieron uno de los predicadores más grandes de su tiempo. Hoy se conservan unos 160.
En 1623, aquejado por una enfermedad, escribió acerca de la muerte y las relaciones humanas en “Devociones para ocasiones emergentes”, y el 25 de febrero de 1631 predicó su último sermón, “El duelo de la muerte”.
Falleció el 31 de marzo de 1631.