Édouard-Alfred Martel, espeleólogo francés, nació en Pontoise el 1 de julio de 1859, en una familia de tradición jurista. Martel se graduó de abogado, pero su pasión apuntaba hacia algo muy diferente, la geografía y la ciencia.
Desde 1883 dedicó su tiempo libre a la exploración. Estudió la Cueva de Postoina (Eslovenia), en Francia las mesetas de Causses, las gargantas de los ríos Tarn, Jonte, Dourbie y Lot, y las montañas Cévennes.
En 1888 hace expediciones con Launay, geólogo que da soporte científico a algunas publicaciones de Martel, explorando el Abismo de Bramabiau y la Gruta de Gargilan. Estas hazañas se consideran el nacimiento de la espeleología moderna, a las que se suma la más grandiosa hasta ese momento (1889): el descenso a la Gouffre de Padirac, una caverna vertical de 75-100 metros de profundidad, en cuyo interior discurre un río que navegó en canoa a través de dos kilómetros de galerías.
Hasta 1893 había explorado más de 230 cavernas y recorrido más de 250 kilómetros de galerías, elaborado cartografía y descripciones detalladas de los hallazgos. En años siguientes realizó expediciones a múltiples lugares de toda Europa: en Irlanda descubrió un lago subterráneo y en Bosnia y Herzegovina el río Trebišnjica, el más largo río subterráneo conocido.
Publicó unas 20 obras descriptivas de sus descubrimientos, fue colaborador y editor de La Nature, fundó la Sociedad de Espeleología y el boletín Spelunca, fue miembro y presidente de la Sociedad de Geografía de París e impulsó la ley de protección del agua, consolidando los conceptos de contaminación e higiene.
Recibió distinciones de la Academia de Ciencias de Francia, dos grados de la Legión de Honor y la Medalla de Oro del Servicio de Higiene.
Falleció el 3 de junio de 1938 en Montbrison.