“Los siete planos de Manifestación Divina, o siete planos mayores de nuestro sistema, constituyen los siete subplanos del plano cósmico inferior. Los siete rayos de que tanto se habla y que encierran tanto interés y misterios, son análogamente los siete subrayos de un rayo cósmico. Las doce Jerarquías creadoras son ramas subsidiarias de una Jerarquía cósmica. Forman sólo un acorde de la sinfonía cósmica. Cuando el séptuple acorde cósmico, del que somos humilde parte, resuene en sintética perfección, sólo entonces se comprenderán las palabras del libro de Job: “Las estrellas matutinas cantaban al unísono“.
Djwhal Khul
La imagen poética musical ha sido un recurso valioso para representar las dinámicas cósmicas, objeto de exploración mística codificada en la literatura esotérica y las transmisiones de enseñanza de los libros sagrados. En ellas encontramos múltiples referencias a los sistemas de conciencia creados, en analogía a los sistemas musicales. A través del uso de términos como armonía, consonancia, escalas y unísonos, los grandes sabios han intentado acercar al hombre común a las realidades sutiles que configuran los universos navegables.
Paralelamente, como todas las expresiones artísticas, la música, esa que como especie producimos, ha sido, es y será un reflejo de los estados y niveles de conciencia que hemos alcanzado. Partiendo de esta idea, vale vernos en este espejo, el que nos muestra en qué nivel de afinación y armonía nos encontramos. Al mismo tiempo, el reconocer a ciertas almas sensibles ante los senderos que la sustancia sonora habilita, reconocemos también nuestra capacidad para recorrer esos caminos que han trazado con su música.
En “Iniciación Humana y Solar”, Alice Bailey así refiere lo dicho por “el tibetano” (Djwhal Khul), en alusión a nuestro estado actual:
“La disonancia aún resuena y la discordia surge de muchos sistemas; pero con la sucesión de los eones surgirá una armonía ordenada y alboreará el día en que el sonido del universo perfecto resonará hasta los lejanos confines de la más remota constelación. Entonces se conocerá el misterio del canto nupcial de los cielos“.
Salvando las distancias, prominentes músicos de jazz han rozado con espacios donde la música se eleva hacia el alcance trascendente. Diferentes alegorías cósmicas reflejan las aspiraciones de personajes tan influyentes como Miles Davis y John Coltrane.
Siete pasos
Seven Steps to Heaven (Siete pasos al Cielo) fue el título con el que Miles bautizó uno de los temas que a su vez daría nombre al álbum que con su quinteto grabara en 1963. En términos de música y sus encriptados códigos, podemos encontrar en la melodía principal de la pieza, 7 pulsos enfatizados en la secuencia rítmico-melódica que desemboca luego en alternadas improvisaciones de batería, trompeta y saxo.
Paralelamente, en la música carnática de la India, los sapta swaras (7 sonidos) referidos a las alturas posibles de las notas musicales dentro de un sistema de relaciones definido, se origina en las fuentes de la cosmogonía védica y se expresa como un fractal de alcance infinito dentro de uno de los sistemas musicales más extraordinarios jamás creados.
Un amor supremo
Por su parte, John Coltrane, habiendo dejado la banda de Miles Davis debido a las perturbaciones producto del consumo de drogas, transitó un intenso proceso de rehabilitación en donde sus aspiraciones místicas fueron de gran importancia. En 1964 grabó su famosa suite en cuatro partes con el nombre de “A Love Supreme”, volcando en ella cuatro importantes instancias de su proceso: Reconocimiento, Resolución, Perseverancia y Salmo. En octubre de 1965, grabó un sencillo de 29 minutos llamado “Om”, en referencia a la sílaba sagrada de los vedas, sonorizando la totalidad del Universo y la esencia de la Realidad Última (Parabrahman). Coltrane describió a “Om” como la “primera sílaba, la palabra primordial, la palabra de poder“. La obra contiene textos cantados del Bhagavad Gita y del Bardo Thodol. Su estudio de la música india lo llevó a incorporar sonidos y escalas para producir profundos estados de experiencia y significado.
Referencias:
Bailey, A. (1980). “Iniciación Humana y Solar”. Luis Cárcamo, editor.
Gohil, D. (2018) “The Coltranes: Spirituality in Jazz.” https://www.thefourthfloor.co.uk/culture/the-coltranes-spirituality-in-jazz
https://www.milesdavis.com/albums/seven-steps-to-heaven/
Gracias por tu escrito, bonito trabajo,💪🌹💪 El sonido, la onda, la intensidad, la frecuencia, la fuente, la altura…todo para Ser, Ser en las vibraciones de lo Divino infinito…,🙊🌹🙊
Que lindo leer estos espacios que abren y llenan otros espacios. Gracias por tan hermosa referencia para el deleite musical .
Encantada con esta lectura… Ahora voy a buscar “Om” de Coltrane.
Me encantan tus recomendaciones. Son una ventana maravillosa.