Nicolás de Caritat, marqués de Condorcet, filósofo, matemático y político francés, nació en Ribemont el 17 de septiembre de 1743. Se educó en colegios de jesuitas y demostró gran capacidad intelectual, destacando inicialmente en matemáticas. Debutó con “Ensayo sobre el cálculo integral” (1765), el primero de varios, por el que ganó reconocimiento, ingresando a la Real Academia de Ciencias (1769). Posteriormente fue secretario de ésta (1777) y de la Academia Francesa (1782), y miembro de otras academias europeas y estadounidenses.
Entró en el ámbito político al entablar gran amistad con el economista Turgot, administrador y contralor de Luis XV y Luis XVI, quien lo nombra Inspector General de la Moneda (1774-1791). En 1785 publicó uno de sus ensayos más relevantes, donde formula la “Paradoja” y el “Método de Condorcet” aplicados a elecciones.
Ejerció roles protagónicos durante la Revolución Francesa y, con la certeza del progreso infinito del Hombre, trabajó por una construcción racional de la sociedad. Fue representante y secretario de la Asamblea, se asoció con los moderados girondinos, propuso un sistema educativo que se aprobó y un borrador constitucional rechazado, abogó por la tolerancia religiosa, la libertad económica y los derechos humanos, particularmente de mujeres, negros y judíos. Su obra completa superó los 60 títulos, los dos últimos publicados por su esposa póstumamente.
Cuando Robespierre y los jacobinos se apoderaron de la Asamblea, proscribieron a los girondinos por oponerse a muchas de sus medidas radicales. Con orden de arresto en su contra, Condorcet se escondió temporalmente en París y escribió su obra más conocida, “Esbozo para un cuadro histórico de los progresos del espíritu humano” (1795), pero al querer escapar de París fue capturado y encerrado en Bourg-la-Reine donde murió al día siguiente, el 28/29 de marzo de 1794.