A lo largo de la historia y sobre todo a partir del siglo XX y XXI asistimos a dos revoluciones; la primera, el aumento de la longevidad en la población y por otro, la revolución tecnológica. A esta asistimos día a día y que cada vez se acelera. Comprender que esto influye en la expectativa de vida de los seres humanos es el tema que nos atañe en este occasión.
Hay maneras de desafiar al destino. No obstante, en la actualidad se estima que las mujeres tienen una expectativa de vida cercana a los 75.8 años y los hombres a los 70.4 años. En los inicios del siglo XX -no había antibióticos, ni vacunas, ni agua potable, con una mortalidad infantil aterradora, la esperanza de vida en el mundo era de apenas 32 años, y un centenario después, el valor promedio está sobre los 70 años.
«Dicha tendencia, lejos de menguar, no hará
sino acrecentarse en los años próximos, previendo
que, en 2050, la media mundial de edad se eleve…»
¿Qué nuevos hábitos y recursos hemos adquirido para ser un poco más longevos? Y sin duda que, desde los antiguos sabios védicos, precursores del Ayurveda -la ciencia de la longevidad- hasta los desarrollos de la medicina moderna actual han influenciado. Pero veremos que hay varios puntos de vista al respecto y no todo es lo que parece.
Según el Programa para la Sociedad Longeva, PSL, el pasado siglo XX marcó el inicio “de uno de los fenómenos más transformadores de nuestro entorno personal y social: la llamada revolución de la longevidad. Y es que, a partir de 1950, la esperanza de vida no ha hecho más que crecer. Dicha tendencia, lejos de menguar, no hará sino acrecentarse en los años próximos, previendo que, en 2050, la media mundial de edad se eleve en 10 años más”.
«El estudio demuestra que la expectativa
de vida con incapacidades está aumentado
más rápido que la expectativa total de vida…»
Por otro lado, según un escrito publicado por el Dr John Douillard’s el pasado año, nos muestra que, aunque la expectativa de vida ha aumentado durante los últimos 50 años, “esto se debe principalmente a intervenciones médicas costosas. El estudio demuestra que la expectativa de vida con incapacidades está aumentado más rápido que la expectativa total de vida. Esto quiere decir que, aunque estamos viviendo más tiempo, no estamos viviendo más con buena salud. Rápidamente está aumentando el número de adultos mayores de 65 años dependientes del cuidado médico constante. La verdad es que los crecientes costos de cuidado de los ancianos, sin una creciente población de adultos mayores sanos, es financieramente insostenible”.
Ahora bien, considerando todo lo anterior ¿de qué nos vale realmente haber duplicado la expectativa de vida? Si cada vez es más difícil generarnos tiempo evolutivo, es decir, no caer en las tentaciones de la matrix, en la fuerte ilusión de maya, desperdiciando nuestra vida y nuestras respiraciones en situaciones, eventos y momentos, que no conducen a una elevación de la conciencia, sino que más bien nos llevan a replicar conductas y patrones evasivos.
De momento, vivir más años no nos asegura nada, y además nos despliega varios escenarios posibles. El más favorable y optimista nos asegura que si hacemos el trabajo que hay que hacer tenemos más tiempo calendario para sanar y redimir; y el segundo, que pudiésemos llamar el escenario más común y desgraciadamente más desfavorable, es generarnos más karma a razón de no establecer una disolución consciente, es decir, seguir usando este tiempo ganado para nada trascendente y terminar cada vez más absorbidos por lo mundano. Siendo esclavos de nuestro propio destino kármico y seguir impregnando la conciencia de inconsistencia.
Volviendo al origen y atendiendo la interrogante ¿Nos alcanzará la vida? Esta enigmática pregunta qué se han hecho seres de todos los tiempos encuentra respuesta en cada uno, en cada acción ejecutada en pos de amar y perdonar. Ese finalmente es el tiempo verdadero que vale y que cuenta. El que destinamos a autoconocernos para ser capaces de sanar y trascender. Lo demás, claro, ayuda, si se usa en conciencia podemos aprovechar a vivir más años, e incluso varias vidas en una, para procurarnos así una aceleración más expedita hacia la eternidad y la liberación total.
Fuentes: https://datos.bancomundial.org/indicator/SP.DYN.LE00.IN | https://cenie.eu/es/blogs/tecnologia-y-longevidad/tecnologia-y-longevidad